lunes, 24 de septiembre de 2012

Goya.


    Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos, Zaragoza, 30 de marzo de 1746 – Burdeos, Francia, 16 de abril de 1828),fue un pintor y grabador español. Su obra abarca la pintura de caballete y mural, el grabado y el dibujo. En todas estas facetas desarrolló un estilo que inaugura el Romanticismo. El arte goyesco supone, asimismo, el comienzo de la Pintura contemporánea, y se considera precursor de las vanguardias pictóricas del siglo XX.



    Tras un lento aprendizaje en su tierra natal, en el ámbito estilístico del barroco tardío y las estampas devotas, viaja a Italia en 1770, donde traba contacto con el incipiente neoclasicismo, que adopta cuando marcha a Madrid a mediados de esa década, junto con un pintoresquismo costumbrista rococó derivado de su nuevo trabajo como pintor de cartones para los tapices de la manufactura real de Santa Bárbara. El magisterio en esta actividad y en otras relacionadas con la pintura de corte lo imponía Mengs, y el pintor español más reputado era Francisco Bayeu, que fue cuñado de Goya.

    Una grave enfermedad que le aqueja en 1793 le lleva a acercarse a una pintura más creativa y original, que expresa temáticas menos amables que los modelos que había pintado para la decoración de los palacios reales. Una serie de cuadritos en hojalata, a los que él mismo denomina de capricho e invención, inician la fase madura de la obra del artista y la transición hacia la estética romántica.

    Además, su obra refleja el convulso periodo histórico en que vive, particularmente la Guerra de la Independencia, de la que la serie de estampas de Los desastres de la guerra es casi un reportaje moderno de las atrocidades cometidas y componen una visión exenta de heroísmo donde las víctimas son siempre los individuos de cualquier clase y condición.

    Gran popularidad tiene su Maja desnuda, en parte favorecida por la polémica generada en torno a la identidad de la bella retratada. De comienzos del siglo XIX datan también otros retratos que emprenden el camino hacia el nuevo arte burgués. Al final del conflicto hispano-francés pinta dos grandes cuadros a propósito de los sucesos del levantamiento del dos de mayo de 1808, que sientan un precedente tanto estético como temático para el cuadro de historia, que no solo comenta sucesos próximos a la realidad que vive el artista, sino que alcanza un mensaje universal.

    Pero su obra culminante es la serie de pinturas al óleo sobre el muro seco con que decoró su casa de campo (la Quinta del Sordo), las Pinturas negras. En ellas Goya anticipa la pintura contemporánea y los variados movimientos de vanguardia que marcarían el siglo XX.

Fuentes: Wikipedia.

domingo, 23 de septiembre de 2012

La Duquesa de Alba (III y última parte).


    Mecenazgo y rivalidades.



    Cayetana es mayormente conocida como una de las primeras mecenas del pintor español Francisco de Goya. Fue la más controvertida mujer de su época, debido a su hermosura, sensualidad y vida liberal.

    Se le atribuye un romance con Goya, quien la retrató en varios de sus cuadros y hubo de sentirse desengañado por su carácter caprichoso. Otras fuentes niegan cualquier posibilidad de relación entre ellos, por la desigualdad social que les separaba. Algunas teorías apuntan que posó para el cuadro La maja desnuda, aunque otras fuentes dicen que la modelo era Pepita Tudó, amante de Manuel Godoy y luego su segunda esposa. Esta hipótesis es más creíble ya que fue Godoy quien hubo de encargar la pintura (fue su primer propietario conocido) y por otro lado, el aspecto de la duquesa (conocido por varios retratos) difiere de la maja, de estatura más baja y formas más redondeadas.

    Los datos reales y los novelescos se entremezclan en la biografía de la duquesa. Se dice que sentía atracción por toreros y demás hombres de condición social inferior, y que incluso salía por las noches, vestida de maja, para disfrutar de diversiones vedadas a las damas respetables. Su carácter imprevisible contribuyó a este mito: era cariñosa con niños y pobres, pero al mismo tiempo tenía veleidades caprichosas, de derroche y ostentación, y se cuenta que mantenía rivalidades frívolas con otras damas destacadas de Madrid, como la duquesa de Osuna, María Josefa Pimentel, vizcondesa de Bearne, María Ana de Abad y la reina María Luisa de Parma. Se cuenta que la duquesa y la reina competían por sorprender en atuendo y lujos, para lo que importaban vestidos exclusivos de París. En una ocasión, dicen que la duquesa plagió un diseño pensado para la reina, y vistió con la misma ropa a sus criadas, con el único propósito de ridiculizarla. La enemistad entre ellas se atribuye a su lucha por acaparar la atención de Manuel Godoy, que ascendió como político con la protección de la reina pero que también tuvo presuntas relaciones con la duquesa, que era ya viuda

    Fallecimiento.

    Cayetana murió repentinamente en 1802, a los 40 años, supuestamente víctima de una fiebre, aunque se rumoreaba que fue asesinada por Manuel Godoy siguiendo las instrucciones de la reina María Luisa de Parma. Tras su muerte, Godoy llevó a cabo la expropiación de varios de sus propiedades, cuadros y joyas. Así, un gran número de sus famosos cuadros pasaron a sus manos, como la Venus del espejo de Velázquez y La educación de Cupido de Correggio (ambos ahora en la National Gallery de Londres), y el Palacio de Buenavista dejó de ser residencia de los Alba.

    Su último testamento, conservado en el Archivo Ducal de la Casa de Alba, instituía como herederos universales de sus bienes libres a su hermanastro y primo, Carlos Pignatelli de Aragón y Gonzaga, a su niña adoptada, María de la Luz, al hijo del pintor Goya, Javier de Goya y Bayeu y a buena parte de sus criados y sirvientes. Por otro lado, los bienes y títulos que conformaban la Casa de Alba recayeron entonces en la Casa de Liria y Jérica, aunque con alguna excepción, ya que la Casa de Oropesa quedó incorporada en la Ducado de Uceda, en la figura de Andrés Manuel Alonso Pacheco Téllez-Girón y Toledo, XV Conde de Oropesa, VII Duque de Uceda y VII Marqués de Belmonte.

    Exhumaciones.

    El 17 de noviembre de 1842, con motivo del traslado sus restos mortales desde su sepultura original en la capilla de los Alba en la Iglesia del Salvador y San Nicolás al cementerio de la Sacramental de San Isidro, se descubrió que el cuerpo de Cayetana había sido parcialmente mutilado: tenía las piernas serradas y le faltaba un pie. Al parecer, al ser colocada en el ataúd, su altura impedía la correcta postura y tuvieron que serrarle los pies para que cupiese en el féretro. Ya en 1945, el cadáver de la duquesa fue exhumado por segunda vez y sus restos sometidos a autopsia. Su muerte fue atribuida a una meningoencefalitis de origen tuberculoso, lo que descartaba el presunto envenenamiento.

Fuentes: Wikipedia.

sábado, 22 de septiembre de 2012

La Duquesa de Alba (II Parte).

Títulos nobiliarios.



    De 1776 a 1802, Cayetana ostentó los siguientes títulos, inherentes a la jefatura de la Casa de Alba:
  • XIII Duquesa de Alba
  • XI Duquesa de Huéscar
  • VI Duquesa de Montoro
  • IX Duquesa de Galisteo
  • VIII Condesa-Duquesa de Olivares
  • IX Marquesa de Eliche
  • XII Marquesa de Villanueva del Río
  • XI Marquesa del Carpio
  • XIII Marquesa de Coria
  • VI Marquesa de Tarazona
  • X Marquesa de Frechilla y Villarramiel
  • X Marquesa de Jarandilla
  • IX Marquesa del Villar de Grajanejo
  • XI Condesa de Monterrey
  • XIV Condesa de Lerín
  • XIV Condestablesa de Navarra
  • XIV Condesa de Oropesa
  • XII Condesa de Galve
  • XIV Condesa de Osorno
  • XI Condesa de Ayala
  • IX Condesa de Fuentes de Valdepero
  • IX Condesa de Alcaudete
  • XI Condesa de Deleytosa
  • XI Condesa de Morente
  • XII Condesa de Piedrahita
  • XVI Condesa de Modica (título siciliano)
  • XV Baronesa de Dicastillo
  • XV Baronesa de San Martín
  • XV Baronesa de Curton
  • XV Baronesa de Guissens
  • XVII Señora de Valdecorneja
    Además, por el matrimonio con su primo, llevó los títulos de la casa de Medina Sidonia, como consorte:
  • Condesa de Niebla
  • Duquesa de Medina Sidonia
  • Marquesa de Cazaya
  • Marquesa de Valverde
  • Marquesa de Villafranca del Bierzo
  • Duquesa de Fernandina
  • Princesa de Montalbán
  • Princesa de Paternò (título siciliano)
  • Marquesa de Villanueva de Valdueza
  • Condesa de Peña Ramiro
  • Marquesa de los Vélez
  • Marquesa de Molina
  • Marquesa de Martorell
  • Baronesa de Castellví de Rosanes
  • Baronesa de Molins de Rei
  • Duquesa de Montalto
  • Duquesa de Bivona (título siciliano)
  • Marquesa de Calatafimi (título siciliano)
  • Condesa de Adernò (título siciliano)
  • Condesa de Caltabellotta (título siciliano)
  • Condesa de Sclafani (título siciliano)
  • Condesa de Caltaxineta (título siciliano)
  • Condesa de Caltavuturo (título siciliano)
  • Condesa de Collesano (título siciliano)
  • Baronesa de Centorvi (título siciliano)
    Debido a la ausencia de descendencia del matrimonio, los títulos de su marido recaerían en el hermano de éste, Francisco de Borja Álvarez de Toledo y Gonzaga, mientras que la mayoría de los de Cayetana pasaron a manos de su pariente, Carlos Miguel Fitz-James Stuart y Fernández de Híjar-Silva (1794–1835), VII duque de Berwick y VII duque de Liria y Jérica. Será a partir de entonces cuando los Alba residan en el madrileño Palacio de Liria, ya que Cayetana y su familia vivían a caballo entre el Palacio de la Moncloa y el Palacio de Buenavista, cerca de la fuente de Cibeles, mandado edificar por su abuelo sobre unos terrenos adquiridos a la Casa Real en la testamentaría de Isabel de Farnesio y que hoy en día alberga el Cuartel General del Ejército.

Fuentes: Wikipedia.

viernes, 21 de septiembre de 2012

La Duquesa de Alba. (I Parte).


    María del Pilar Teresa Cayetana de Silva Álvarez de Toledo y Silva-Bazán (Sevilla, España, 10 de junio de 1762 - Madrid, 23 de julio de 1802) fue una aristócrata española, XIII duquesa de Alba por derecho propio.



    Biografía:

    Infancia.

    Hija única de Francisco de Paula de Silva y Álvarez de Toledo, X duque de Huéscar (hijo a su vez de Fernando de Silva y Álvarez de Toledo y de Ana María Bernarda Álvarez de Toledo y Portugal, XII duques de Alba), y de María del Pilar Ana de Silva-Bazán y Sarmiento (hija a su vez de Pedro de Silva-Bazán y Alagón y de María Cayetana Sarmiento y Dávila, XVIII marqueses de Santa Cruz de Mudela), pasó una infancia triste y dura, marcada principalmente por el desapego de sus padres, dados más a la vida licenciosa que a la familiar.

    Su padre murió en abril de 1770, cuando ella contaba solamente con 8 años, haciéndola heredera de todas sus propiedades y títulos. Cinco años después, en 1775, su madre se prometió con José Maria Pignatelli de Aragón y Gonzaga, III duque de Solferino, pero la muerte repentina del duque trastocó sus planes y finalmente contrajo matrimonio con el padre de éste, Joaquín Anastasio Pignatelli de Aragón y Moncayo, XVI conde de Fuentes, VI marqués de Mora y IV marqués de Cascojuela. Esta boda, que no sería la última de Mariana de Silva-Bazán, se celebraría el mismo día que la boda de su hija Cayetana. En 1776, enviudaría de nuevo, y poco después, el 1 de enero de 1778, contraería matrimonio por última vez con el XI duque de Arcos, Antonio Ponce de León y Spínola de la Cerda.

    En 1776, a los 14 años, tras la muerte de su abuelo, el XII duque de Alba, Cayetana se convierte en XIII duquesa de Alba y asume la jefatura de la Casa de Alba, así como todos los títulos inherentes. Cabe destacar que Cayetana fue la segunda mujer de la saga en ostentar el ducado por derecho propio.

    Matrimonio.



    Con el fin de preservar los dos ducados más importantes de España, el de Alba de Tormes y el de Medina Sidonia, atados a la familia Álvarez de Toledo, su abuelo la casó en 1775, con 12 años, con su primo, José Álvarez de Toledo y Gonzaga, XI marqués de Villafranca del Bierzo y XV duque de Medina Sidonia, representante de la linea segundogénita masculina del II duque de Alba, Fadrique Álvarez de Toledo y Enríquez. El matrimonio se convirtió en el más poderoso, acaudalado y titulado del reino, en constante competencia con los duques de Osuna. Cayetana enviudaría en 1796, sin descendencia directa, aunque al final de sus años adoptó a una niña negra, a la que llamó María de la Luz.

Fuentes: Wikipedia.

jueves, 20 de septiembre de 2012

El Infante D. Gabriel.


    Gabriel de Borbón y Sajonia (Portici, 12 de mayo de 1752 - San Lorenzo del Escorial,23 de noviembre de 1788), infante de España, hijo de Carlos III y hermano de Carlos IV de España y Fernando IV de Nápoles.



    Familia e infancia.

    El infante Gabriel era hijo de Carlos de Borbón, que por aquel entonces era rey de Nápoles y Sicilia (bajo el nombre de Carlos VII). Don Carlos era el presunto heredero de su medio hermano, el rey Fernando VI de España, que no tenía hijos. La madre de don Gabriel era María Amalia de Sajonia, hija de Augusto III de Polonia.

    El infante don Gabriel nació en Portici en 1752, y fue bautizado con los nombres de Gabriel Antonio Francisco Javier Juan Nepomuceno José Serafín Pascual Salvador; desde su más tierna infancia fue el más inteligente y trabajador de los hijos del rey Carlos, que llegaría a ser un hombre de vastísima cultura, renombrado como excelente traductor de Salustio y verdadero mecenas ilustrado. Tuvo como profesor de música al padre Antonio Soler, que compuso varias de sus sonatas de clavicémbalo expresamente para su aventajado discípulo y los conciertos para dos órganos para interpretarlos a dúo con él en la Basílica del Monasterio de El Escorial.

    Adolescencia y traslado a España.

    En 1759 moría en Villaviciosa de Odón el rey de España, Fernando VI, tío de Gabriel, y Carlos ascendía el trono español como Carlos III. Gabriel, como la mayor parte de sus hermanos se trasladó a la corte madrileña. Éstos incluían al Príncipe de Asturias, mientras que en Nápoles permanecían el infante don Felipe (que había nacido con un severo caso de retraso mental, y fue consecuentemente apartado de la sucesión) y el nuevo rey de Nápoles y Sicilia, Fernando, nacido un año antes que don Gabriel.

    En España don Gabriel llegó a ser Gran Prior de la Orden Hospitalaria de San Juan en Castilla y León. En 1771 encargó a Juan de Villanueva la construcción de la llamada Casita del Infante, levantada al sur del monasterio escurialense.

    Matrimonio y vida adulta.

    En 1785 casó con la infanta Mariana Victoria de Portugal, primero por poderes en Lisboa el 12 de abril, y personalmente el 23 de mayo del mismo año, en Aranjuez. Doña Mariana Victoria era hija del rey Pedro III de Portugal y de la reina María I de Portugal, y la hermana menor del rey Juan VI.

    La pareja tuvo tres hijos en total:
  • Pedro Carlos (18 de junio de 1786 - 4 de julio de 1812).
  • María Carlota (4-11 de noviembre de 1787).
  • Carlos José Antonio (28 de octubre - 9 de noviembre de 1788).

    Poco después de dar a luz a su último hijo, doña Mariana Victoria cayó enferma de viruela, y expiró el 2 de noviembre de ese mes; pocos días después su hijo la seguía a la tumba, al igual que el propio infante don Gabriel, que murió el 23 de ese mes en San Lorenzo de El Escorial. Su muerte fue un duro golpe para su padre, el rey, que fallecería también poco tiempo después. Están todos enterrados en El Escorial. Su hijo, Pedro Carlos de Borbón, fue criado por su abuela materna en Lisboa.

Fuentes: Wikipedia.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Carlos IV (IV y última parte).

    Matrimonio e hijos.



    Carlos IV contrajo matrimonio con su prima hermana María Luisa de Borbón-Parma (hija de Felipe, Duque de Parma) en 1765. Tuvieron 14 hijos de las veinticuatro veces que María Luisa de Borbón-Parma estuvo embarazada, pero solo siete llegaron a la edad adulta:
  • Carlos Clemente Antonio (19 de septiembre de 1771 - 7 de marzo de 1774).
  • Carlota Joaquina (25 de abril de 1775 – 7 de enero de 1830), casada con Juan VI de Portugal.
  • María Luisa Carlota (11 de septiembre de 1777 - 2 de julio de 1782).
  • María Amalia (9 de enero de 1779 – 27 de julio de 1798), casada con su tío Antonio Pascual de Borbón, Infante de España (hijo de Carlos III).
  • Carlos Domingo Eusebio (5 de marzo de 1780 - 11 de junio de 1783)
  • María Luisa Vicenta (6 de julio de 1782 – 13 de marzo de 1824), casada con Luis de Borbón-Parma, duque de Parma y rey de Etruria.
  • Carlos Francisco de Paula (5 de septiembre de 1783 - 11 de noviembre de 1784).
  • Felipe Francisco de Paula (5 de septiembre de 1783 - 18 de octubre de 1784).
  • Fernando (14 de octubre de 1784 – 29 de septiembre de 1833), rey de España como Fernando VII.
  • Carlos María Isidro (29 de marzo de 1788 – 10 de marzo de 1855), conde de Molina, fundador de carlismo y pretendiente al trono de España.
  • María Isabel (6 de julio de 1789 – 13 de septiembre de 1848). Casada con su primo Francisco I de las Dos Sicilias y después con Francisco Condé del Balzo.
  • María Teresa (16 de febrero de 1791 - 2 de noviembre de 1794). Muerta a causa de la viruela.
  • Felipe María Francisco (28 de marzo de 1792 - 1 de marzo de 1794).
  • Francisco de Paula Antonio, duque de Cádiz (10 de marzo de 1794 – 13 de agosto de 1865). Casado con su sobrina, Luisa Carlota de Borbón-Dos Sicilias, hija de su hermana María Isabel de Borbón y Francisco I de las Dos Sicilias. Su primogénito, Francisco de Asís de Borbón, se casó con la reina Isabel II de España.

María Luisa de Parma.


    María Luisa de Parma (Parma, 9 de diciembre de 1771 – Roma, 2 de enero de 1819) fue reina consorte de España como esposa de Carlos IV, de quien era prima carnal por el lado paterno. Era nieta de Luis XV de Francia, hermana de Fernando I de Borbón-Parma y también prima carnal de los reyes franceses Luis XVI, Luis XVIII y Carlos X. Se la considera la última reina del Antiguo Régimen en España.

    Biografía.

    Era hija de Felipe I, duque de Parma y de la princesa Luisa Isabel de Francia, hija del rey Luis XV. Según muchos historiadores, recibió una educación discutible, bajo influencia del controvertido abad Étienne Bonnot de Condillac, quien defendía ciertas libertades en cuanto amoralidad que en aquella época resultaban impropias de las damas nobles.

    Matrimonio.

    En 1765 contrajo matrimonio con el príncipe de Asturias, futuro Carlos IV; eran primos carnales por vía paterna y parientes cercanos por la vía materna de María Luisa.

    En 1788 se convirtió en reina consorte de España tras producirse la muerte de su suegro el rey Carlos III y ser reconocido como rey de España su esposo, Carlos IV.

    María Luisa de Parma ejerció una gran influencia sobre su marido, débil de voluntad. De carácter caprichoso, llegó a participar en numerosos episodios por los que fue considerada, ya en su época, una mujer intrigante y, para muchos, depravada. Sufrió un ostensible deterioro físico por los múltiples partos, lo que le dio un semblante poco grato que aumentó su impopularidad. Ella, sin embargo, estaba orgullosa de sus brazos torneados y procuró embellecerse con joyas y costosos vestidos de manga corta importados de París, tal como atestiguan diversos retratos de Goya.

    Estuvo enfrentada con numerosos miembros de la Corte española del momento. Destacó la rivalidad que mantuvieron la reina y la duquesa de Alba, musa de Goya. También tuvo desavenencias con la duquesa de Osuna. Entre los numerosos amantes atribuidos a la reina María Luisa destaca Manuel Godoy, un antiguo miembro de la Guardia de Corps que alcanzó una influencia política muy notable porque gozó de una elevada capacidad para manipular a la reina María Luisa y al propio rey Carlos IV.

    La firma del tratado de Fontainebleau (1807), decisión de Manuel Godoy, provocó la entrada del ejército francés en España. Se fue extendiendo el descontento entre la población y se organizó una conjura en la que tomó parte el príncipe de Asturias, Fernando, futuro Fernando VII. El 17 de marzo de 1808 tuvo lugar un levantamiento popular (Motín de Aranjuez) que logró la caída de Manuel Godoy. Napoleón aprovechó la situación para intervenir en España al forzar la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando y la renuncia de éste a sus derechos de sucesión. Napoleón les había obligado a acudir a Bayona. Este episodio es conocido como las Abdicaciones de Bayona y tuvo lugar el 5 de mayo de 1808.

    María Luisa acompañó a su marido al destierro, primero en Francia, confinados por Napoleón en Compiègne, y posteriormente en Roma donde falleció, reinando ya su hijo Fernando en España, el cual ordenó el traslado de los restos de sus padres para ser enterrados en el Panteón de los Reyes del Monasterio de El Escorial.

Fuentes: Wikipedia.

martes, 18 de septiembre de 2012

Carlos IV (III Parte).

Crisis final.



    Con tal sucesión de guerras se agravó hasta el extremo la crisis de la Hacienda; y los ministros de Carlos IV se mostraron incapaces de solucionarla, pues el temor a la revolución les impedía introducir las necesarias reformas, que hubieran lesionado los intereses de los estamentos privilegiados, alterando el orden tradicional.

    La presencia de soldados franceses en territorio español aumentó la oposición hacia Godoy, enfrentado con los sectores más tradicionales por su política reformista y entreguista hacia Napoleón. A finales de 1807 se produjo la Conjura de El Escorial, conspiración encabezada por Fernando, Príncipe de Asturias, que pretendía la sustitución de Godoy y el destronamiento de su propio padre. Pero, frustrado el intento, el propio Fernando delató a sus colaboradores. En marzo de 1808, ante la evidencia de la ocupación francesa, Godoy aconsejó a los reyes que abandonaran España. Pero se produjo el Motín de Aranjuez, levantamiento popular contra los reyes aprovechando su presencia en el palacio de Aranjuez. Godoy fue hecho preso por los amotinados. Carlos IV, ante el cariz de los acontecimientos, abdicó en su hijo Fernando VII.

    Napoleón, receloso ante el cambio de monarca, convocó a la familia real española a un encuentro en la localidad francesa de Bayona. Fernando VII, bajo la presión del Emperador y de sus padres, devolvió la Corona a Carlos IV el día 6 de mayo, sin saber que el día antes Carlos IV había pactado la cesión de sus derechos a la corona en favor de Napoleón, quien finalmente designó como nuevo rey de España a su hermano José.

    Final.

    Carlos permaneció prisionero de Napoleón, residiendo en Marsella, hasta la derrota final de éste en 1814; pero en ese mismo año Fernando VII fue repuesto en el Trono español, manteniendo a su padre desterrado por temor a que le disputara el poder. Carlos y su esposa murieron exiliados en la corte papal, residiendo en el palazzo Borghese.

    Mecenazgo.

    Carlos se interesó desde su juventud por el arte. Violinista aficionado, en 1775 compró para la corte el cuarteto de instrumentos Stradivarius conservado actualmente en el Palacio Real de Madrid y se rodeó de un entorno musical privilegiado dirigido por el violinista y compositor Gaetano Brunetti. También se interesó por la pintura, encargando obras a Luis Meléndez, Claude Joseph Vernet y Luis Paret y nombrando a Francisco de Goya pintor de cámara (1789).

Fuentes: Wikipedia.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Carlos IV (II Parte).


    Primer Gobierno de Manuel Godoy.



    Manuel Godoy, un guardia de corps, ascendió rápidamente en la Corte gracias a su influencia sobre la reina María Luisa. En pocos años pasó de ser un hidalgo a convertirse en duque de Alcudia y de Sueca, capitán general y, desde finales de 1792, en «ministro universal» de Carlos IV con un poder absoluto. De pensamiento ilustrado impulsó medidas reformistas como las disposiciones para favorecer las enseñanzas de las ciencias aplicadas, la protección a las Sociedades Económicas de Amigos del País y la desamortización de bienes pertenecientes a hospitales, casas de misericordia y hospicios regentados por comunidades religiosas.

    La Revolución francesa condicionó su actuación en la política española. Sus primeras medidas se encaminaron en salvar la vida de Luis XVI, procesado y condenado a muerte. Pese a los esfuerzos de todas las Cortes, el monarca francés fue guillotinado en enero de 1793, lo que generalizó una guerra de las potencias europeas contra la Francia revolucionaria conocida como la Guerra de la Convención, en la que España participó y fue derrotada por la Francia republicana, fruto del desastroso abastecimiento, la pésima preparación del ejército y la escasa moral de la tropa frente a los enardecidos sans culottes franceses. Un ejército de 25.000 hombres dirigido por el general Ricardos entró en el Rosellón y logró algunos éxitos. A partir de 1794 las tropas españolas se vieron forzadas a la retirada. Los franceses ocuparon Figueras, Irún, San Sebastián, Bilbao, Vitoria y Miranda de Ebro.

    Godoy suscribió con Francia la Paz de Basilea en 1795. La República francesa devolvió a España las plazas ocupadas, a cambio del territorio hispano de la isla de La Española —colonia de Santo Domingo—. En agradecimiento recibió el título de Príncipe de la Paz.

    En 1796, concluida la fase más radical de la Revolución, Godoy firmó el Tratado de San Ildefonso y España se convirtió en aliada de Francia. Este cambio de postura buscaba el enfrentamiento con Gran Bretaña, principal adversario de la Francia revolucionaria y tradicional enemiga de España con la que disputaba la hegemonía marítima y, concretamente, el comercio con América. La escuadra española sufrió la derrota frente al cabo de San Vicente en 1797, pero Cádiz y Santa Cruz de Tenerife resistieron a los ataques del almirante Nelson. En América los británicos ocuparon la isla de Trinidad, y sufrieron una derrota en Puerto Rico. Ello provocó la caída de Godoy en mayo de 1798.

    Gobierno provisional.

    Tras ello, dos ilustrados, Francisco de Saavedra y Mariano Luis de Urquijo, se sucedieron al frente del gobierno entre 1798 y 1800.

    Segundo gobierno de Manuel Godoy.

    La llegada al poder de Napoleón en 1799 y su proclamación como Emperador en 1804alteró las relaciones internacionales y se renovó la alianza con Francia. Napoleón necesitaba, en su lucha contra los británicos, contar con la colaboración de España, sobre todo de su escuadra. Por ello, presionó a Carlos IV para que restituyera su confianza en Godoy. Éste asumió de nuevo el poder en 1800 y firmó el Convenio de Aranjuez de 1801 por el que ponía a disposición de Napoleón la escuadra española, lo que implicaba de nuevo la guerra contra Gran Bretaña.

    Godoy declaró en 1801 la guerra a Portugal, principal aliado británico en el continente, antes de que lo hiciera Francia. Este conflicto, conocido como la Guerra de las Naranjas, significó la ocupación de Olivenza por España, que además obtuvo el compromiso de Portugal de impedir el atraque de buques británicos en sus puertos.

    En 1805, la derrota de la escuadra franco-española en la batalla de Trafalgar por la Armada británica modificó la situación radicalmente. Frente a la hegemonía de Gran Bretaña en los mares, Napoleón recurrió al bloqueo continental, medida a la que se sumó España. En 1807 fue suscrito en Tratado de Fontainebleau que estableció el reparto de Portugal entre Francia, España y el propio Godoy, y el derecho de paso por España de las tropas francesas encargadas de su ocupación.

Fuentes: Wikipedia.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Carlos IV (I Parte).


    Carlos IV de Borbón, llamado el Cazador (Portici, Nápoles, 11 de noviembre de 1748– Roma, 20 de enero de 1819) fue rey de España desde el 14 de diciembre de 1788 hasta el 19 de marzo de 1808. Hijo y sucesor de Carlos III y de María Amalia de Sajonia.



    Acceso al trono.

    Sucedió a su padre, Carlos III, al morir éste el 14 de diciembre de 1788. Accedió al Trono con una amplia experiencia en los asuntos de Estado, pero se vio superado por la repercusión de los sucesos acaecidos en Francia en 1789 y por su falta de energía personal que hizo que el gobierno estuviese en manos de su esposa María Luisa de Parma y de su valido, Manuel Godoy, de quien se decía era amante de la Reina, aunque hoy en día esas afirmaciones han sido desmentidas por varios historiadores. Estos acontecimientos frustraron las expectativas con las que inició su reinado. A la muerte de Carlos III, el empeoramiento de la economía y el desbarajuste de la administración revelan los límites del reformismo, al tanto que la Revolución francesa pone encima de la mesa una alternativa al Antiguo Régimen.

    Gobierno del conde de Floridablanca.

    Las primeras decisiones de Carlos IV mostraron unos propósitos reformistas. Designó primer ministro al conde de Floridablanca, un ilustrado que inició su gestión con medidas como la condonación del retraso de las contribuciones, limitación del precio del pan, restricción de la acumulación de bienes de manos muertas, supresión de vínculos y mayorazgos y el impulso del desarrollo económico. El propio Monarca tomó la iniciativa de derogar la Ley Sálica impuesta por su antecesor Felipe V, medida ratificada por las Cortes de 1789, que no se llegó a promulgar.

    El estallido de la Revolución francesa en 1789 cambió radicalmente la política española. Conforme llegan las noticias de Francia, el nerviosismo de la corona crece y acaba por cerrar las Cortes que, controladas por Floridablanca (mantenido en el poder por consejo de su padre), se habían reunido para reconocer al Príncipe de Asturias. El aislamiento parece ser la receta para evitar la propagación de las ideas revolucionarias a España. Floridablanca, ante la gravedad de los hechos dejó en suspenso los Pactos de Familia, estableció controles en la frontera para impedir la expansión revolucionaria y efectuó una fuerte presión diplomática en apoyo a Luis XVI. También puso fin a los proyectos reformistas del reinado anterior y los sustituyó por el conservadurismo y la represión (fundamentalmente a manos de la Inquisición, que detiene a Cabarrús, destierra a Jovellanos y despoja de sus cargos a Campomanes).

    Gobierno del conde de Aranda.

    En 1792, Floridablanca fue sustituido por el conde de Aranda, amigo de Voltaire y de otros revolucionarios franceses, a quien el rey encomienda la difícil papeleta de salvar la vida de su primo el rey Luis XVI en el momento en que éste había aceptado la primera Constitución francesa.
Sin embargo, la radicalización revolucionaria a partir de 1792 y el destronamiento de Luis XVI—el rey francés fue encarcelado y quedó proclamada la República— precipitó la caída del conde de Aranda y la llegada al poder de Manuel Godoy el 15 de noviembre de 1792.

Fuentes: Wikipedia.

martes, 11 de septiembre de 2012

El padre Antonio Soler. (II y última parte).


    Estilo

    El estilo de las sonatas de Soler siempre ha sido comparado con el de Domenico Scarlatti. Mientras que Mitjana lo calificaba de “francamente nacional y muy original” con un espíritu “tan lejos de Scarlatti como de Haydn”, para Joaquín Nin (promotor del revival de la música para teclado del siglo XVIII español) la influencia scarlattiana era “innegable y casi exclusiva”.

    Casi todos los estudios admiten que Soler fue discípulo de Scarlatti: tanto su carta al padre Martini en que se denomina “scolare di Scarlatti” como la inscripción de Fitzwilliam sobre su ejemplar de sonatas (“Soler se había formado con Scarlatti”) parecen apuntarlo. Aunque no podamos confirmar una relación personal entre ambos, lo cierto es que Soler conoció indudablemente las obras del napolitano, como prueban las copias que hizo y las referencias que incluye en sus escritos teóricos.

    Aunque pasajes puntuales de sus sonatas puedan recordar el estilo de Domenico, en general las obras de Soler ofrecen rasgos inconfundibles de su personal talento, tanto en la construcción melódica de las frases y en los diseños de acompañamiento en la mano izquierda, como en el uso de las modulaciones y la elección de las formas. A diferencia de Scarlatti, Soler cultiva la sonata en dos, tres y cuatro movimientos, aunque también usa el esquema bipartido, éste ya lo conoce su maestro Elías.

    Soler elige con frecuencia la forma ternaria con recapitulación, un esquema extraño en Scarlatti (lo emplea sólo en una de sus más de 500 sonatas) y concede gran protagonismo al estilo polifónico imitativo. La sonata de Soler resulta fresca e innovadora, en una rica combinación del refinado estilo galante con la estilización de los ritmos populares (seguidilla, bolero, polo), herencia del folclore mediterráneo, y que reflejan el gusto de la aristocracia por lo castizo y el majismo que tan bien representan los cartones de Goya (1777-1779).

    Soler compuso también una abundante producción de música sacra, tanto en latín (litúrgica y paralitúrgica) como en romance (villancicos) y obras escénicas (autos sacramentales y comedias de santos). Ya desde su año de llegada como novicio a El Escorial comenzó a escribir villancicos, conservándose unos 125. En ellos se observa la práctica, habitual desde principios del siglo XVIII en España, de mezclar rasgos autóctonos del género (coplas y estribillo) con el estilo italiano difundido por Europa, que incluye ritornellos, recitativos y arias da capo propios de la ópera.

     Legado

    Soler escribió un tratado que le proporcionó un destacado lugar como teórico y pensador: la Llave de la modulación, publicado en 1762. Pese a haber contado con la aprobación de su amigo Nebra, y de otros músicos de instituciones cercanas (Corselli, Mir y Llusà, Antonio Ripa, Conforto y Jaime Casellas), el texto suscitó una gran polémica. Dos años más tarde, Roel del Río publicó un panfleto en el que criticaba seis aspectos concretos de la teoría de Soler, al que este respondió justificándolos uno por uno (Satisfacción a los reparos precisos hechos por don Antonio Roel a la Llave…, 1765).

    La música sacra de Soler estuvo destinada a las funciones del culto y representaciones en el Colegio y Seminario, mientras que su repertorio instrumental le abrió las puertas a los círculos de la corte. Consta su amistad con el duque de Medina Sidonia, así como el regalo de una serie de sonatas a la princesa de Asturias, futura esposa de Carlos IV. Su participación en las academias del infante Gabriel le ocupaban no sólo las jornadas que la corte residía en El Escorial, sino que al menos en dos ocasiones se trasladó a los Sitios de Aranjuez y El Pardo (donde llegó a permanecer nada menos que dos meses).

    La música sacra de Soler estuvo destinada a las funciones del culto y representaciones en el Colegio y Seminario, mientras que su repertorio instrumental le abrió las puertas a los círculos de la corte. Consta su amistad con el duque de Medina Sidonia, así como el regalo de una serie de sonatas a la princesa de Asturias, futura esposa de Carlos IV. Su participación en las academias del infante Gabriel le ocupaban no sólo las jornadas que la corte residía en El Escorial, sino que al menos en dos ocasiones se trasladó a los Sitios de Aranjuez y El Pardo (donde llegó a permanecer nada menos que dos meses).

    La obra para órgano de Soler representa el punto culminante de una larga tradición ibérica en el cultivo del tiento, género que se inicia con Cabezón en el siglo XVI y llega al siglo XVIII a través de Cabanilles y Elías. Los tientos de Soler, denominados por él pasos o intentos, reflejan la influencia de la nueva concepción de la fuga, con rasgos heredados de su maestro Elías. Pero la verdadera fama de Soler se debe a sus sonatas: uno de los géneros en boga en el siglo XVIII, fruto del desarrollo de la burguesía y de los instrumentos de teclado (clavicordio, clavecín, pianoforte), y que sirve a los dilettanti como recurso a la vez didáctico y recreativo.

    No sabemos hasta qué punto estos estrechos contactos con la vida cortesana tuvieron relación con la crisis que asoló al monje en 1777, por la que solicitó su traslado al monasterio de Granada, e incluso estimó la posibilidad de colgar los hábitos. Su petición fue denegada por el prior, que no estaba dispuesto a perder una personalidad tan relevante como ya era entonces el padre Soler.

    Fuentes: www.ecured.cu

lunes, 10 de septiembre de 2012

El padre Antonio Soler. (I Parte).



    Antonio Soler y Ramos. (San Lorenzo de El  Escorial 3 de diciembre de 1729 - Madrid el 20 de diciembre de 1783). Compositor y organista español. Es una de las figuras del panorama musical español y europeo de la segunda mitad del siglo XVIII. Fue un notabilísimo teórico musical y un fecundo creador al que se atribuyen más de 400 obras. Representante de la escuela española de música para teclado del siglo XVIII, y seguidor de la corriente musical introducida en España por el italiano Domenico Scarlatti.

    Síntesis biográfica.

    Nace el 3 de diciembre de 1729 en San Lorenzo de El Escorial. Cuando tenía 6 años entró en la Escolanía de Montserrat, donde comenzó sus estudios de música y órgano, al igual que haría Fernando Sor. Ingresó como monje en la orden religiosa de San Jerónimo y se consagró como sacerdote en 1752, por lo que se le conoce como “el padre Soler”. Fue maestro de capilla en la catedral de Lérida y, más tarde, ocupó el cargo de organista y director del coro del monasterio de San Lorenzo de El Escorial, donde pasó a formar parte de su comunidad de jerónimos. Aquí enseñaba y actuaba como primer organista, y componía la música para los oficios. Entre sus alumnos destacaba el Infante Gabriel de Borbón, hijo de Carlos III. El Infante era un estudiante muy capaz; de hecho varias de las sonatas para clave de Soler fueron compuestas expresamente para él.

    Fue en El Escorial donde estudió con José de Nebra y Domenico Scarlatti. Este último era, por aquel entonces, compositor de la corte española e influenció ciertamente la obra de Soler. Se encuentran semejanzas significativas en las sonatas de ambos compositores. Ambos usaron saltos amplios, cruces repetidos de las manos y pasos escalares en tercias o en sextas. Aun así hay diferencias estilísticas, como la predilección de Soler por el "bajo de Alberti", raramente empleado por Scarlatti. A su vez este último usaba l’acciaccatura, técnica que no utilizaba el padre Soler.

    Se le considera el maestro más renombrado de la escuela de clave español y su marcada personalidad domina poderosamente en el panorama de la música española del siglo XVIII. Es uno de los compositores más universales de la historia de la música española. A pesar del reconocimiento del que gozó en su época y de la temprana atracción que recibió desde principios del siglo XX por la investigación de inspiración nacionalista.

    Trayectoria musical.

    Su actividad musical se desarrolla, por tanto, durante los últimos años del reinado de Fernando VI marcados por la presencia en la corte de Scarlatti y Farinelli, y de Carlos III (1759-1788). Mientras este último se mostró poco favorable al cultivo de la música en su ámbito privado, su segundo hijo, el infante Gabriel (1752-1788), fue un gran aficionado (recibió clases de clave de Nebra y Conforto y de violín de Sabatini y Brunetti) y un gran humanista (realizó una traducción de las obras de Salustio).

    Se mostró además muy interesado en las ciencias experimentales (probó los primeros globos aerostáticos) y en el coleccionismo de instrumentos de tecla y objetos novedosos. Desde 1773, el infante Gabriel afianza su relación con Soler, quien le compone “numerosas y difíciles” sonatas, los Seis conciertos para dos órganos para un extraño órgano de dos teclados vis-à-vis, que el infante mandó construir, y Seis quintetos para cuerda y teclado (1775), un género nuevo en España que compuso, tal vez, emulando los primeros quintetos de Boccherini (fechados en 1771-75), por entonces músico de cámara del infante Luis, hermano del rey.

    Aunque todavía no existe un catálogo actualizado, el musicólogo Samuel Rubio inició en 1957 un primer escrutinio de las fuentes, la mayor parte dispersas en Cataluña, localizando unas 140 sonatas de las que publicó 120. Entre las fuentes destaca un cuaderno con 27 obras que el propio Soler regaló a lord Fitzwilliam en 1772 en su visita a España, y que serían publicadas en Londres en torno a 1795.

    En consonancia con el pensamiento ilustrado de la época, Soler se dedicó también al estudio y la investigación. Fruto de sus inquietudes es la publicación del tratado Combinación de monedas y cálculo manifiesto (1771), la preparación de una historia de la música eclesiástica prevista en seis tomos y hoy perdida, y el escrito Theorica y practica del temple para los organos y claves, que revela un amplio conocimiento de la acústica.

Fuentes: Wikipedia.

domingo, 9 de septiembre de 2012

José de Nebra.


    José Melchor Baltasar Gaspar Nebra Blasco (Calatayud, 6 de enero de 1702 – Madrid, 11 de julio de 1768) fue un compositor español.



    Vida.

    Hijo de José Antonio Nebra Mezquita (1672-1748), organista de la catedral de Cuenca y maestro de los Infantes de Coro entre 1711 y 1729, recibió lecciones de música de su padre. Sus hermanos también se dedicaron a la música: Francisco Javier Nebra Blasco (1705-1741) fue organista en La Seo, en Zaragoza, y Joaquín Ignacio Nebra Blasco (1709-1782) fue igualmente organista de La Seo hasta su muerte, tras el traslado de su hermano a Cuenca en 1729.

    Nebra se convierte hacia 1719 en organista del Monasterio de las Descalzas Reales en Madrid, siendo maestro de capilla José de San Juan. Hacia 1723 comienza a componer música escénica que vende en los teatros de Madrid. En 1724 Nebra es nombrado segundo organista de la Capilla Real, pero tras la muerte de Luis I y la vuelta al trono de Felipe V, pasa a ser supernumerario. En 1751 se convierte en Vicemaestro de la Capilla Real. A partir de 1761 fue maestro de clavicémbalo del infante don Gabriel.

    Tras el incendio del Real Alcázar de Madrid en 1734, en el que desapareció por completo la colección de música sacra de la Capilla Real, se dedicó, junto con Antonio de Literes, a la composición. Se convertirá en responsable del Archivo de Música de la Capilla Real, cuyo patrimonio se aumentará no sólo con la obra de Nebra y Literes, sino que se adquirirán obras de Francesco Corseli, Maestro de la Capilla Real en la época, José de Torres, Felipe Falconi, Alessandro Scarlatti, Leo, Sarro, Farantino, etc.

    De Nebra se han conservado más de ciento setenta obras litúrgicas: misas, salmos, letanías y un Stabat Mater en el Archivo Real; compuso varias cantatas, más de una decena de villancicos y alrededor de treinta obras de teclado (órgano y clave), aunque la investigación en distintos archivos sigue descubriendo partituras de José de Nebra.

    Entre lo más destacado de su obra, cabe citar un Réquiem por la muerte de la reina Bárbara de Braganza y su obra escénica, pues escribió unas veinte zarzuelas, entre las que están Iphigenia en Tracia y Viento es la dicha de amor.

    Óperas
  • Amor aumenta el valor (3er acto), 1728.
  • Venus y Adonis, 1729.
  • Más gloria es triunfar de sí. Adriano en Siria, 1737.
  • No todo indicio es verdad y Alexandro en Asia, 1744.
  • Antes que zelos y amor, la piedad llama al valor y Achiles en Troya, 1747.

   Zarzuelas
  • Las proezas de Esplandián y el valor deshace encantos, 1729.
  • Amor, ventura y valor logran el triunfo mayor, 1739.
  • Viento es la dicha de amor, 1743.
  • Donde hay violencia no hay culpa, 1744.
  • Vendado amor es, no es ciego, 1744.
  • Cautelas contra cautelas y el rapto de Ganimedes, 1745
  • La colonia de Diana, 1745.
  • Para obsequio a la deydad, nunca es culto la crueldad. Iphigenia en Tracia, 1747.
  • No hay perjurio sin castigo, 1747.

    Autos sacramentales
  • La divina Filotea.
  • El diablo mudo.
Fuentes: Wikipedia.

sábado, 8 de septiembre de 2012

El infante D. Luis.


    Luis Antonio Jaime de Borbón y Farnesio (Madrid, 25 de julio de 1727 – Arenas de San Pedro, 7 de agosto de 1785) fue Infante de España, sexto hijo de Felipe V de España y de su segunda esposa, Isabel de Farnesio, duquesa de Parma. Ejerció la carrera eclesiástica y fue cardenal arzobispo de Toledo y Primado de las Españas (1735) y arzobispo de Sevilla (1741). Abandonó el estado eclesiástico en 1754, convirtiéndose en 1761 en el XIII conde de Chinchón.

    Biografía.



    Se le llamó Luis en honor a Luis XV de Francia. Fue orientado hacia la carrera eclesiástica al ocupar un lugar muy retrasado en la línea sucesoria de la corona de España. Por delante estaban los dos hijos varones (Luis y Fernando) del primer matrimonio de su padre, Felipe V, y también sus otros dos hermanos mayores, Carlos y Felipe, fruto del matrimonio de Felipe V con Isabel de Farnesio, que estaban destinados a ocupar por la influencia ejercida por su madre en Italia, el Reino de Dos Sicilias y el Parma, respectivamente.

    En 1735, sus padres consiguieron, tras duras y largas gestiones con la Santa Sede, el otorgamiento del arzobispado de Toledo a Luis. El nombramiento hubo de realizarse en calidad de administrador de los bienes temporales de la diócesis toledana ya que el Concilio de Trento impedía el ordenamiento de sacerdotes niños. El acuerdo con la Santa Sede estaba conectado con la instauración del futuro Carlos III como monarca de Nápoles y Sicilia y con las pretensiones papales en el sur de Italia. Tres meses después de otorgarle el arzobispado de Toledo, el Papa Clemente XII nombró a Luis, Cardenal presbítero de Santa María della Scala. En 1741, una vez ordenado, el papado le otorga también el arzobispado de Sevilla

    Abandono de la carrera religiosa.



    Desde años atrás, Luis deseaba abandonar la vida eclesiástica, sus aficiones eran la danza, la música, el tiro, la caza o la esgrima y en 1754 comunicó su deseo a su hermano, el rey Fernando VI, pues según escribió "aspiraba a una mayor tranquilidad de su espíritu y seguridad de su conciencia".

    El rey accedió a la propuesta y el Papa aceptó su renuncia y se le permitió ese año abandonar la carrera eclesiástica. En 1761 compró el Condado de Chinchón a su hermano Felipe, que se había convertido en duque de Parma. El condado comprendía, además del castillo de Chinchón, diversas propiedades en Morata de Tajuña, San Martín de la Vega, Colmenar de Oreja, Villaconejos, Villaviciosa de Odón y Boadilla del Monte, donde encargó al arquitecto Ventura Rodríguez el palacio de su nombre. Esta residencia le permitió mantener sus aficiones: la caza y el cultivo de las artes, las letras y las ciencias, patrocinando a músicos como Boccherini y pintores como Francisco de Goya, Luis Paret y Alcázar o Charles Joseph Flipart.

    Matrimonio y descendencia.



    El deseo de contraer matrimonio del infante que había reiterado en diferentes ocasiones constituyó un problema para Carlos III, ya que los derechos de sus hijos a la corona española podían ser puestos en duda, ante la opinión suficientemente extendida de que la Ley Sálica dictada en 1713 disponía en su redacción original que solo podían acceder al trono los nacidos en España (no obstante, no existe semejante cláusula en la ley publicada y en uso desde 1713), requisito que sus hijos no cumplían al haber nacido en Italia, durante el periodo en que fue rey de Nápoles y Sicilia. Para acceder a un matrimonio el rey estableció: "No permitiendo las circunstancias actuales el proporcionar matrimonio al Infante don Luis mi hermano con persona igual a su alta esfera… Vengo a concederle permiso para que pueda contraer matrimonio de conciencia, esto es, con persona desigual, según él me lo ha pedido…". Las condiciones quedaron plasmadas en la Pragmática Sanción de 1776: debía tomar la esposa asignada por el rey en Matrimonio morganático, abandonar la corte y por último, sus hijos estarían exentos de todo tipo de honores y distinciones y llevarían el apellido de su madre.

    Inició entonces una vida itinerante fuera de corte, residiendo paulatinamente en Velada, Cadalso de los Vidrios y Arenas de San Pedro, donde construyó otro palacio. Fue en esas tierras de Arenas de San Pedro, con un clima tan parecido a la Toscana, donde Boccherini compuso Música nocturna de las calles de Madrid, una de las cimas musicales de su época.

    Contrajo matrimonio en Olías del Rey (Toledo) el 27 de junio de 1776 con María Teresa de Vallabriga y Rozas (1758–1820), hija de Luis de Vallabriga, mayordomo de Carlos III, y de María Josefa de Rozas y Melfort, III condesa de Castelblanco, hija de José de Rozas y Meléndez de la Cueva, I duque de San Andrés, II conde de Castelblanco, capitán general y presidente de la Real Audiencia de Guatemala.

    Luis de Borbón y Farnesio y María Teresa de Vallabriga y Rozas fueron padres de tres hijos:
  1. Luis María de Borbón y Vallabriga (1777–1823), XIV conde de Chinchón, arzobispo de Toledo y cardenal. Fue el único miembro de la familia que se quedó en España durante la Guerra de la Independencia Española, siendo presidente de la Regencia instaurada por las Cortes de Cádiz en 1808, hasta la llegada de su primo Fernando VII. Fue enterrado en la catedral de Toledo.
  2. María Teresa de Borbón y Vallabriga (1779–1828), fue por renuncia de su hermano la XV condesa de Chinchón; además, fue I marquesa de Boadilla del Monte. Recuperó para la familia el apellido Borbón y el tratamiento de altezas reales, gracias a su matrimonio con Manuel de Godoy, siendo su hija Carlota Luisa de Godoy y Borbón. Fue retratada por Goya en el cuadro de su nombre y fue enterrada en la capilla del palacio de Boadilla del Monte.
  3. María Luisa de Borbón y Vallabriga (1780–1846), que casó con Joaquín José de Melgarejo y Saurín, duque de San Fernando de Quiroga, de quien no tuvo sucesión; yace sepultada en la sacristía del palacio de Boadilla del Monte.

    Final de su vida.



    Pese a conseguir una vida familiar, falleció sin haber sido feliz: los reproches de su mujer por vivir en el exilio en el que se encontraban amargaron sus últimos años de vida. Además, temía que a su muerte el rey fragmentase la familia, como finalmente hizo, recluyendo a la viuda en Zaragoza, a las hijas en un convento de Toledo y al varón, a disposición del cardenal Francisco Antonio de Lorenzana.

    Falleció en Arenas de San Pedro el 7 de agosto de 1785; no se respetó su deseo de que sus restos mortales descansaran en su palacio de Boadilla, y fue enterrado en el panteón de los Infantes del monasterio de El Escorial, bajo una lápida en la que se apoya una corona de conde, al fin y al cabo lo que fue.

Fuentes: Wikipedia.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Ventura Rodríguez.


    Buenaventura Rodríguez Tizón, conocido como Ventura Rodríguez (Ciempozuelos, Madrid, 1717 - Madrid, 1785), fue un arquitecto español del siglo XVIII. Se le considera, junto con Juan de Villanueva, el principal arquitecto español de su época y el último barroco. Su trayectoria se sitúa entre dos grandes corrientes artísticas: el barroco y el neoclasicismo de la Ilustración europea.

    Biografía y obra.

    Era hijo de Antonio Rodríguez, profesor de arquitectura, y Jerónima Tizón, residentes en Ciempozuelos, parte de una familia de larga tradición en ese pueblo. El historiador Fernando Chueca Goitia (1911 - 2004) amplió el contexto familiar en el escrito “El padre de don Ventura Rodríguez”, donde destaca que don Antonio Rodríguez era un maestro alarife notable, lo que se comprobaría en la Ermita de Nuestra Señora de la Salud en Borox (Toledo), cuya autoría fue revelada por el historiador Juan María de Cárdenas. Así mientras ayudaba a su padre dio pruebas de una fuerte y hábil inclinación hacia el dibujo, de modo que no tardó en hallar ocupación como delineante de los ingenieros franceses que dirigían las obras (Marchand y Brachelieu).

    Con motivo del traslado de la corte a Aranjuez, el arquitecto Filippo Juvara (encargado del proyecto del Palacio Real de Madrid) tiene ocasión de ver unos croquis de Ventura Rodríguez, y solicita al rey que le sea asignado como delineante. El arquitecto italiano se convirtió entonces en maestro de Rodríguez, de forma que a su muerte en 1736, su sucesor al frente del proyecto del Palacio Real, Giovanni Battista Sacchetti lo mantuvo con él. En 1741 ostentaba ya el cargo de aparejador segundo del Palacio Real.

    A pesar de las carencias de una formación sin viaje a Italia, Ventura Rodríguez pudo adquirir un profundo conocimiento de la arquitectura de Gian Lorenzo Bernini y Francesco Borromini a través de las estampas que circulaban entre los arquitectos de la corte y los estudios y reinterpretaciones de sus maestros. Heredero por tanto de la Escuela de Roma, fue depurando sus gustos barrocos para seguir una línea más herreriana. En 1747 fue nombrado académico de mérito de la Academia de San Lucas de Roma.

    En 1749 consiguió un resonante triunfo al escoger el rey Fernando VI su proyecto para la construcción de la Capilla del Palacio Real de Madrid, prefiriéndolo al del propio Gian Battista Sacchetti, de quien Ventura era entonces ayudante, como se ha indicado. Entre ese mismo año de 1749 y 1753 construyó la iglesia parroquial de San Marcos en Madrid (Monumento Nacional desde 1944), con una planta de cinco elipses sucesivas (sorprendente por la inversión de valores, la articulación disimétrica de los espacios y la resonancia de sus bóvedas elípticas) y una fachada de orden gigante flanqueada por antecuerpos curvos que conforman un atrio cóncavo. En 1752 fue nombrado director de los estudios de arquitectura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

    En 1750 recibió el encargo para la remodelación y terminación de la basílica del Pilar de Zaragoza. Los anteriores proyectos de Felipe Busiñac, Felipe Sánchez y Francisco de Herrera el Mozo no lograban satisfacer las tres exigencias del cabildo: distancia conveniente al río Ebro, orientación apropiada y alineación de la fábrica del templo en consonancia con la mirada de la Virgen. El hábil proyecto de Ventura satisfizo tales requisitos y, de esta forma, el arquitecto se apuntó uno de sus mayores y más populares triunfos. Sugirió la solución del alojamiento y trazó el diseño arquitectónico de la capilla de la Virgen, un templete de planta cuadrilobulada a base de sectores circulares y bóveda elipsoidal. Es precisamente en esta capilla donde se produce la transición del estilo barroco al neoclásico, manifestándose este último en la decoración del interior del templo.

    El cabildo de la Catedral de Cuenca reclamó sus servicios para levantar un Transparente (ventana de cristales que ilumina y adorna el fondo de un altar) que rivalizara con el levantado por Narciso Tomé en la Catedral de Toledo. Rodríguez lo situó en un ambulatorio gótico, de forma que resplandeciera gracias a la iluminación posterior e indirecta, por cuyo medio se consiguen unos espectaculares efectos.

    Entre 1755 y 1767 realizó la exquisita decoración interior de la iglesia del Real Monasterio de la Encarnación, en Madrid, con claras reminiscencias de los modelos del barroco romano, su fuente de inspiración predilecta.

    En este momento, su éxito parecía no conocer límite. Sin embargo, Fernando VI encarga al arquitecto francés Jacques Marquet importantes obras en Aranjuez y, tras su muerte, el nuevo rey, Carlos III, lo aparta de las Obras Reales (al igual que a Sacchetti), nombrando, en 1760, como Maestro Mayor de las Obras Reales al palermitano Francesco Sabatini, quien ya había trabajado para él durante su etapa como rey de Nápoles y Sicilia (como Carlos VII), concretamente en la construcción del Palacio Real de Caserta, obra que dirigió su maestro y suegro Luigi Vanvitelli. No obstante, fue tal la cantidad de encargos que recibió, sobre todo de particulares, que sus obras se encuentran repartidas por toda la geografía española.

    Un hecho resultó decisivo para ello: su nombramiento, en 1766, por parte del Consejo de Castilla, como supervisor de los planos de todos aquellos edificios que necesitaban la licencia del Consejo para su construcción; es decir, todos los proyectos que tenían que ser enviados a la Contaduría General de Arbitrios y Propios del Reino (órgano dependiente del Consejo de Castilla, creado por real decreto de 30 de julio de 1760, para supervisar y controlar las finanzas municipales de todos los reinos de España) pasaban por la jurisdicción de Ventura Rodríguez. El proceso era el siguiente: cuando un ayuntamiento quería reparar o construir un edificio municipal, encargaba a un maestro local que preparase un proyecto con los planos, alzados y coste aproximado de la obra, que era enviado al Contador General de Propios y Arbitrios del Reino, Gaspar Becerra, quien a su vez lo trasladaba a Ventura Rodríguez para su estudio, quien si lo estimaba conveniente reformaba algunos aspectos o realizaba un nuevo plan; todos sus informes volvían al Contador General para presentarlos a la Sala Primera de Gobierno del Consejo de Castilla, donde se tomaba la decisión final, que era remitida de nuevo al ayuntamiento.

    Hacia 1760 influye mucho en él la obra de Juan de Herrera y el estilo de placas para la composición de alzados, aunque la planta y el espacio sigan siendo barrocos. Un ejemplo es el Convento de los Agustinos Filipinos de Valladolid, el colegio de Cirugía de Barcelona (1761, sede actual de la academia de Medicina), en el que sólo la geometría y la tectónica confiere expresividad a sus fachadas, el ayuntamiento de Haro (La Rioja) (1769) y sus proyectos para la nueva Biblioteca y la fábrica de Vidrio de La Granja (Segovia). Por esos mismos años (1767-1769) reformó también el interior de la Colegiata de San Isidro (Madrid), para la que proyectó un nuevo presbiterio y el retablo del altar mayor, además de una rica decoración.

    Abordó la arquitectura palatina, dejando diseños en los que se refleja su dependencia del trazado de la residencia real: Palacio de Liria (1770), que tiene características del barroco italiano; Palacio de Altamira (1773-1775) -actualmente sede del Istituto Europeo di Design- (ambos en Madrid); dos palacios para el infante don Luis, hermano de Carlos III: el Palacio de Boadilla del Monte (Madrid) (para el que diseñó también los muebles) (1776) y el Palacio de Arenas de San Pedro (Ávila) (en esta última localidad construyó igualmente la Capilla Real en el Convento-Santuario de San Pedro de Alcántara). También levantó el Palacio Municipal de Betanzos (La Coruña) sobre el anterior renacentista, del que tan sólo conservó el escudo imperial de Carlos V, el de la ciudad y una parte del antiguo zaguán.

    Obtuvo el título de Maestro Mayor del Ayuntamiento de Madrid en 1764 y sus informes fueron decisivos para el ordenamiento urbano de la capital. Desarrolló también una actividad de gran dimensión fuera de la corte diseñando ayuntamientos, escuelas, puentes, mataderos, etc. Sirvan como ejemplos la plaza Mayor de Ávila, el Hospital General de Madrid (finalmente realizado por Sabatini, actual Museo Reina Sofía), la fachada de la Catedral de Toledo, el Sagrario de la Catedral de Jaén (1761-1764), el retablo mayor de la Catedral de Zamora, construido entre 1765 y 1776, y que sustituyó a uno anterior de Joaquín Benito Churriguera, gravemente dañado a consecuencia del terremoto de Lisboa de 1755, para el que se inspiró en el que había diseñado Sabatini para la Catedral de Segovia; la ermita de San Nicasio en Leganés (tradicionalmente fechada entre 1772 y 1785, aunque seguramente sea de la década de 1760, muy similar al mencionado Sagrario de la Catedral de Jaén), la Casa de Baños de Las Caldas (Oviedo) (1773), el sanatorio de Trillo (1775), la cárcel de Brihuega (ambos en la provincia de Guadalajara), la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Larrabezúa (Vizcaya) (1777-1784), el remate octogonal cupulado de la torre de la Catedral de Murcia (1782-1793), etc.

    Sin embargo, nada le pudo compensar de la pérdida del favor real, a lo que se unió el fracaso de algunos proyectos: la puerta de Alcalá (construida finalmente por Sabatini en1764) o la basílica de San Francisco el Grande (también terminada por Sabatini en 1768). A todo ello se añadió la muerte de su esposa en 1776.

    Finalmente, dentro de las obras de su última etapa, cabe citar el palacio de Almanzora (Almería), encargado por el Marqués de la Romana, el acueducto de Noáin (Navarra) (1782) y la imponente fachada de la catedral de Pamplona (1783), con una portada plenamente clasicista, a base de columnata y frontón, y dos torres-campanario (vestigio de su etapa barroca) que confieren verticalidad al conjunto, aunque para ello demolió la fachada original románica (cosa que los pamplonicas nunca le perdonaron).

    También es de su autoría la actual iglesia del monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos). Dada la escasa sensibilidad hacia las obras del Medievo de que hicieron gala todos los artistas de la época, no tuvo reparo en derribar el primitivo templo románico del que no ha quedado sino una parte del transepto y la Puerta de las Vírgenes que lo comunicaba con el claustro. El propio claustro estuvo en trance de desaparecer bajo su piqueta, debiendo su salvación a la falta de presupuesto.

    Ventura Rodríguez recibió del Consejo de Castilla el encargo de elaborar un informe sobre las condiciones en que se encontraban los templos de la diócesis de Almería y la archidiócesis de Granada, y el de inspeccionar los proyectos para nuevas construcciones. Rodríguez delegó en Manuel Machuca y Vargas la revisión de las iglesias de Almería. Personalmente intervino en los siguientes proyectos: Vélez de Benaudalla (1776), Nívar (1778), Algarinejo (1779), Cájar e Iznalloz (ambos en 1780), Alcútar y Picena (los dos en 1782), Molzívar y Talará (1783 en los dos últimos casos). La Iglesia de la Encarnación (1785) en Santa Fe y la Iglesia Colegiata Mayor de Santa María de la Encarnación de Loja, fueron proyectos acabados por su alumno Domingo Loys de Monteagudo; todos los citados corresponden a la actual provincia de Granada. En cuanto a la provincia almeriense, los templos en los que trabajó se hallan en Alhabia de Taha (1777), Gádor y Olula del Río (ambos en 1780), y Benahadux (1783).

    Murió en Madrid el 26 de agosto de 1785. Sus restos reposan en la capilla de los arquitectos de la iglesia de San Sebastián de la ciudad.

    Obras desaparecidas.

    Un notable edificio suyo que lamentablemente no se conserva es la iglesia del convento de los Padres Premonstratenses (en España más conocidos simplemente como Mostenses), dedicado al fundador de la Orden, San Norberto. Esta iglesia madrileña estaba en ruinas, y él fue el encargado de reconstruirla, en 1754. Tenía una bella fachada convexa flanqueada por dos torreones, pero fue víctima del desenfrenado plan de apertura de plazas del rey intruso José Bonaparte (al que por algo llamaban Pepe Plazuelas). Primero se derribó el convento, en abril de 1810, pero en mayo de ese mismo año se dictó orden de demoler también la iglesia. No obstante, los arquitectos a los que se encargó dirigir esta operación, tanto Silvestre Pérez (arquitecto real) como Juan Antonio Cuervo, se negaron, ya que al valor artístico de la obra se unía el hecho de que ambos habían sido discípulos precisamente de Ventura Rodríguez. Sin embargo, sus informes negativos no sirvieron de nada y en 1811 una nueva orden real acabó por echar abajo lo que quedaba del edificio.

    Otra de las obras demolidas del arquitecto es la Puerta de Atocha, derribada en 1851 para construir la Estación de Atocha. A la nueva terminal de alta velocidad inaugurada en 1992 se le dio el nombre de Puerta de Atocha en su honor.

    Diseño de fuentes monumentales.

    A su labor en el campo de la arquitectura se une el diseño de varias fuentes (aunque la ejecución material fue encomendada a escultores, ya que no era esa su profesión). Se trata de las tres del Salón del Prado (Cibeles, Apolo y Neptuno), las vecinas Cuatro Fuentes y Fuente de la Alcachofa, la Fuente de las Conchas, en el Campo del Moro (originalmente en los jardines del Palacio del Infante don Luis, en Boadilla del Monte), la Fuente de los Delfines, situada en las Escuelas Pías de San Antón y la llamada precisamente Fuente de Ventura Rodríguez o de los Tres Caños, en Boadilla del Monte.

    Reconocimientos.

    En su pueblo natal, Ciempozuelos, cuenta con una plaza en la que se puede encontrar una estatua y una fuente en su honor, una calle y da nombre al colegio más importante de la localidad. A su vez está prevista la creación de un museo etnológico municipal que lleve su nombre.

    En Madrid tiene dedicada una calle en el barrio de Argüelles y una estación de Metro en la línea 3, situada a la altura de dicha vía.

    En Boadilla del Monte donde contruyó el Palacio Infante don Luis, da nombre a uno de los institutos de la localidad.

    En Oviedo se le concedió una calle en 1964, en uno de los laterales del Real Hospicio, hoy Hotel de la Reconquista, cuya capilla diseñó, al igual que el citado Balneario de Las Caldas.

    En Pamplona tiene dedicada una calle en el barrio de Buztintxuri.

    En Málaga tiene dedicada una calle en el barrio de la Trinidad.

    En Barcelona tiene dedicada una calle en el barrio del Parc de La Vall d'Hebron.

    En Leganés una plaza del casco antiguo lleva su nombre y en 1998 se le erigió una estatua en la rotonda que da acceso al barrio de Valdepelayo y al polígono industrial Polvoranca, obra del artista Fernando Bellver (Premio Nacional de Arte Gráfico 2008).

Fuentes: Wikipedia.