José Moñino y Redondo, I conde de
Floridablanca (Murcia, 21 de octubre de 1728 -Sevilla, 30
de diciembre de 1808), fue un político español que ejerció
el cargo de Secretario de Estado entre 1777 y 1792, y presidió la Junta
Suprema Central creada en 1808.
Sus primeros años.
Inició sus estudios en Murcia y
después en Orihuela donde se graduó en leyes en la Universidad de
dicha ciudad. Estudió abogacía en la Universidad de Salamanca, profesión
que ejerció junto a su padre durante algún tiempo. Sus contactos como abogado
con personajes influyentes, como el duque de Alba o Diego de
Rojas, le facilitaron la entrada en el Consejo de Castilla como
fiscal de lo criminal en 1765. Allí estableció una relación estrecha con Campomanes,
consagrándose ambos en la defensa de las prerrogativas de la Corona frente a
otros poderes y en particular contra la Iglesia (regalismo).
En 1767 actuó contundentemente
contra los instigadores del motín de Esquilache en Cuenca y
colaboró con Aranda y Campomanes en la expulsión de
los jesuitas de los territorios de la corona española ese mismo año. En
1772 es nombrado embajador plenipotenciario ante la Santa Sede, donde
influyó en Clemente XIV para obtener la disolución definitiva de la Compañía
de Jesús, objetivo que alcanza en 1773. En premio a estos servicios, Carlos
III le nombra conde de Floridablanca ese mismo año.
Su etapa ministerial.
El 19 de febrero de 1789 toma
posesión como Secretario del Despacho de Estado (especie de ministro de Asuntos
Exteriores), cargo que ocuparía hasta el 27 de febrero de 1792,
ocupando interinamente la Secretaría de Gracia y Justicia entre 1782 y 1790.
El Conde de Floridablanca creó en el año
1785 la Dirección General de Caminos, naciendo en el año 1799 la Inspección
General de Caminos y Canales.
Floridablanca orientó la política exterior
de Carlos III hacia un fortalecimiento de la posición española frente a
Inglaterra, motivo por el que interviene en la Guerra de Independencia de
los Estados Unidos junto a Francia y las colonias rebeldes en
contra de Inglaterra (1779-1783), gracias a lo cual consigue
recuperar Menorca (1782) y Florida (1783). Sin embargo, no
es capaz de tomar Gibraltar tras el Gran Asedio. Potenció
también la amistad con los príncipes italianos de la Casa de Borbón y con Portugal (con
la que firma un tratado de amistad en 1777, el tratado de San Ildefonso,
por el que obtiene las islas africanas de Annobón y Fernando Poo).
Pronto se vio enfrentado al partido
aragonés que encabezaba el conde de Aranda, pues Floridablanca
pretendía reequilibrar las instituciones de la Monarquía dando más peso al
estilo de gobierno ejecutivo de las Secretarías de Estado y del Despacho,
mientras que Aranda defendía el estilo tradicional que representaban los
Consejos. En esa línea creó en 1787 la Junta Suprema de Estado (presidida
por él mismo), que respondía a la idea de coordinar las distintas secretarías
en una especie de Consejo de Ministros, obligando a todos los secretarios a
reunirse una vez por semana.
Ante esta situación, Floridablanca quiso
abandonar su cargo, sin resultado, puesto que el testamento real estipulaba que
el hijo y sucesor del rey Carlos III debía mantener su confianza en
el Conde de Floridablanca. En 1789 el pueblo de Madrid, en múltiples
panfletos, acusaba a Floridablanca de robo y de deslealtad a la Corona. Éste
quiso dimitir, decisión no admitida por Carlos IV, el cual creó varias
secretarías (Gracia y Justicia, Real Casa y Patrimonio) para aliviar los
trabajos de Floridablanca.
Antaño reformista, los sucesos de la Revolución
francesa hacen cambiar de forma radical su punto de vista político,
convirtiéndose en abanderado de una fuerte reacción, que lleva al
encarcelamiento de Francisco Cabarrús y la caída en desgracia de Jovellanos y
Campomanes. El 18 de julio de 1790 sufre un atentado, del
que escapa ileso. Dos años más tarde Carlos IV le destituye y es
apresado en su casa de Hellín. La subida al poder de Aranda le lleva
a la cárcel en la ciudadela de Pamplona, bajo acusaciones de corrupción y abuso
de autoridad. A la caída de Aranda, sustituido por Manuel Godoy, es
liberado (1794). Sin embargo, Floridablanca no vuelve a intervenir en asuntos
políticos y se retira a su ciudad natal, Murcia.
Bajo su mandato se construyó el Canal
Imperial de Aragón, del que todavía hoy depende el abastecimiento de agua
potable de numerosos municipios, entre ellos Zaragoza, y el regadío de 26.500
Ha. de terreno entre Aragón y Navarra.
Su oposición a la invasión
napoleónica.
Tras el levantamiento de Madrid contra los
franceses (2 de mayo de 1808), José Moñino organiza la Junta
Suprema de Murcia. Apoyó la candidatura de la infanta Carlota Joaquina
de Borbón a la Regencia, en nombre del rey Fernando VII. Poco
después fue nombrado presidente de la Junta Central Suprema, muriendo
al poco tiempo en Sevilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario