La Real Fábrica de Tabacos de Sevilla (1758),
es un edificio construido en piedra durante el siglo XVIII, como sede de
la primera fábrica de tabacos establecida en Europa, constituye una de las más
espléndidas representaciones de la arquitectura industrial del Antiguo
Régimen. Desde mediados del siglo XX, alberga la sede del Rectorado de
la Universidad de Sevilla y de algunas de sus Facultades.
Antecedentes.
La planta del tabaco fue
encontrada por los españoles a su llegada a América, en 1492. La
ciudad de Sevilla, sede de la Casa de Contratación, ostentaba el
monopolio del comercio con este continente y ya antes del siglo XV habían
llegado a la ciudad las primeras plantas de esta especie, estableciéndose a
principios del siglo XVI las primeras industrias de manufacturas de tabaco en
Sevilla, las primeras de toda Europa. Al principio se trataba
de factorías de carácter disperso dentro de la ciudad, para concentrase más adelante,
por motivos de salubridad y también del control estatal sobre la actividad, las
diversas fábricas se concentraron en una sola, ubicada frente a la iglesia
de San Pedro. En el siglo XVIII se decide la construcción
del gran edificio, a extramuros de la ciudad, que posteriormente, en el siglo
XX se convertiría en sede de la Universidad de Sevilla.
Construcción.
El edificio industrial del siglo
XVIII, es uno de los de mayores dimensiones y mejor arquitectura de su género
en España, a la vez que uno de los más antiguos de esa tipología que se
conservan en Europa de la época del Antiguo Régimen.
La fábrica se ubicó extramuros de
la ciudad, junto a la Puerta de Jerez, en los terrenos conocidos como de
las calaveras por haber sido un antiguo enterramiento romano. Se inició su
construcción el año 1728, su diseño y construcción fue debida a ingenieros
militares procedentes de España y de los Países Bajos, concretamente:
- Ignacio Sala, que redactó el proyecto inicial en 1725. De su proyecto solo se ejecutó la cimentación y la canalización del arroyo Tagarete que corría por la actual calle de San Fernando.
- Diego Bordick Deverec, sustituyó a Sala en el periodo que discurre entre 1731 y 1750, realizó un nuevo proyecto, para tratar de dar cabida a nueva maquinaria de mayor tamaño. Realmente solo se trabajó en la construcción, durante este periodo, unos dos años, entre 1733 y 1735.
- Sebastián Van der Borcht, se hizo cargo de la construcción a partir de 1750, pudiendo ser considerado como autor de la parte más fundamental de la construcción de la fábrica. En esta fase colaboraron con el ingeniero flamenco arquitectos y aparejadores locales como Vicente Catalán Bengochea, Pedro de Silva y Lucas Cintora.
Entre 1751 y 1756 se terminaron
la mayor parte de los trabajos referidos a la actividad de fabricación, comenzando
la actividad productiva durante el verano de año 1758. Su remate no se
produjo hasta 1763, siendo por entonces la única que existía en España,
empleándose en ella a mil personas, doscientos caballos y ciento setenta
molinos; el tabaco provenía una parte de Virginia y otra de las colonias de
España. Según inscripción de dos de los pilares del puente levadizo del
lado oeste, las obras finalizaron en el año 1770.
La factoría quedó desfasada casi
desde su inicio, pues concebida en su diseño fundamentalmente para la
fabricación de tabaco en polvo, los gustos cambiaron a lo largo de los treinta
años de su construcción, imponiéndose el consumo de cigarros, que no se
adaptaba plenamente a la nueva fábrica.
En la construcción de muros,
pilastras, arcos y otros elementos se usó la piedra de Morón en
sustitución de la piedra martelilla que estaba prevista por resultar ésta muy
frágil y defectuosa.
El 1950 se decide el traslado de
la fabricación de las labores de tabaco a una nueva factoría construida en
el barrio de los Remedios y se propone la utilización del edificio
como sede de la Universidad de Sevilla. La transformación del edificio,
supuso una obra de profundo calado, realizada entre 1954 y 1956, por los
arquitectos Alberto Balbontín de Orta, Delgado Roig y Toro Buiza.
Descripción arquitectónica.
El edificio industrial del siglo
XVIII, es uno de los de mayores dimensiones y mejor arquitectura de su género
en España, a la vez que uno de los más antiguos de esa tipología que se
conservan en Europa, de la época del Antiguo Régimen. Como edificio, se
extiende sobre una superficie de carácter rectangular de 185 x 147 metros, con
ligeros salientes en sus ángulos. En España sólo el monasterio de El
Escorial, que ocupa un área de 207 x 162 metros, supera su tamaño, el
recinto se encuentra rodeado en tres de sus lados por un foso que lo aisla del
exterior, presenta alzado en dos plantas y entresuelos en las áreas
residenciales.
Arquitectónicamente destaca su
esquema general de referencias renacentistas, con aires herrerianos en su
planta, patios y detalles de remate de las fachadas, sin olvidar las semejanzas
con motivos de los arquitectos Sebastiano Serlio y de Palladio.
Sus fachadas realizadas en cantería, se encuentran moduladas por pilastras que
se elevan sobre un pedestal que recorre el inmueble.
En el edificio se pueden
distinguir dos zonas diferentes, una primera área dedicada propiamente a la
actividad de fabricación que ocupa dos terceras partes del edificio y por otro
lado una zona que puede ser denominada palacial que correspondería a la entrada
por la calle San Fernando, que comprendía vestíbulo, almacenes y viviendas.
En su fachada principal se
aprecia la influencia del estilo barroco, presenta una portada con doble
columnas a cada lado y en la planta superior, balcón balaustrado y remate
con tímpano decorado con atributos reales. Por encima, se levanta una
estatua de la fama, y jarrones de azucenas, obras de Cayetano de
Acosta; al mismo autor portugués, se deben también las fuentes de marmol blanco
de los dos patios interiores y los pináculos que decoran las cuatro
esquinas del edificio. En el arco de ingreso se destacan relieves con temas
concernientes a la historia y elaboración del tabaco. El inmueble se encuentra
rodeado por un foso en la mayor parte de su perímetro debido a su construcción
extramuros adosado a parte de las murallas de la ciudad por esa zona.
Estas características le hacen merecedor de ser mencionado por el viajero
inglés Richard Ford como El Escorial tabaquero y más modernamente
como: Palacio de la Industria.
Fuentes: Wikipedia.
Fuentes: Wikipedia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario