viernes, 17 de agosto de 2012

Complementos de moda españoles del siglo XVIII.


Monedero.
Rococó 1700-1730.


    Pequeña bolsa rígida con base circular y boca fruncida mediante cordones de seda de color rosa con borlas. Está realizada en tafetán de seda color beige y con forro de tafetán de lino color rosa. Se decora con bordado erudito floral simétrico en torno a una flor de ocho pétalos, en sedas polícromas, hilo metálico dorado y lentejuelas.

Mitones.
Cataluña 1700-1740.

    Guantes altos, realizados con dos piezas de piel de cabritilla en color beige, una para el dedo pulgar y otra para el resto del brazo y la mano. La pala está bordada con hilo de seda policromo, ribeteada con un galón y forrada con una pieza de tafetán de seda color salmón. La ornamentación se limita a la zona de la pala, con un ave del paraíso que se posa sobre unos tallos florales, de tratamiento muy naturalista.
    La tipología de mitón, la pala triangular aplicada y la confección a repulgo son características del siglo XVIII.

Mitones.
Rococó 1700-1750.

    Mitones cortos tejidos en seda azul y enriquecidos con hilo metálico plateado en las costuras y en la decoración de los costados. La boca del mitón se remata con una decoración de punto calado. La pala muestra un brocado en lámina de metal dorado con motivos vegetales esquemáticos.


Bolso.
Cataluña 1720-1760. Período Rococó.

    Bolsita en forma de jarrón, realizada y forrada en raso de seda y endurecida por un cuerpo interior de cuero, que se deja ver por los orificios del cordón de cierre. Está ribeteada por un galón trenzado de color dorado y azul (ahora decolorado) y lleva labor de bordado en ambas caras: un tulipán central, con flores y ramas alrededor realizados con hilo de seda de diferentes colores.

Zapatos.
Rococó 1730.

    Zapatos de ante color verde, decorados con aplicación de cintas de seda en ligamento de gros de Nápoles, dispuestas en paralelo. La pala es alta, con forma de oreja trapezoidal, y la puntera muy pronunciada. Se cierran con hebilla rectangular de dos uñas, enriquecida con cristales que imitan diamantes de talla antigua, engastados sobre cuatro garras. El tacón, muy alto, y la suela son de cuero y están pespunteados en hilo de algodón color blanco.

    Los zapatos femeninos del período rococó se caracterizan por su elevado tacón, situado en la combadura del pie para dar mayor estabilidad. Durante el siglo XVIII no hay diferenciación en la horma entre el pie derecho y el izquierdo.


Gorro.
Rococó 1730.

    Gorro redondo de niño en brocado verde en dos tonos, con hilos dorados y sedas polícromas que dibujan motivos florales. Está guarnecido con encajes de puntos de España. Tiene dos cintas para sujetarlo bajo la barbilla de seda amarilla en ligamento tafetán. Está forrado con lino en ligamento tafetán en su color.
    Este tipo de gorro infantil que se ajusta a la cabeza y cierra en el cuello con cintas fue utilizado por los niños en el siglo XVIII en la primera infancia. Tanto los tejidos como los motivos decorativos son los mismos que los utilizados en los vestidos.

Cartera.
Rococó 1730-1750.

    Cartera plana de raso de seda beige. Es rectangular y apaisada y se cierra con una solapa rematada en tres ondas. Toda ella va ribeteada por un galón con rayas plateadas y azules, y parcialmente bordado en hilo plateado. Tiene las dos caras bordadas: un jarrón central realizado mediante talcos rojos y cordón dorado, y alrededor decoración floral con hilo dorado, lentejuelas doradas y sedas de colores. Se ha perdido el cierre de la solapa.

Medias.
Rococó 1733.

    Medias altas tejidas en hilo de seda chapé azul y beige mezclado, con un triángulo tejido en color beige en el tobillo ("gore clock"). La boca de la caña se remata con un borde o vivo con bandas horizontales, que indican el lugar en el que va colocado el tirante o sujeción de la media.

    A medida que va avanzando el siglo, este tipo de medias se van estrechando y se estiliza cada vez más la forma triangular, hasta que desaparece. A su vez, la decoración bordada también evoluciona hacia una mayor simplificación.

Monedero.
Rococó 1740.

    Pequeña bolsita de fondo redondeado tejida con seda finísima de color salmón. La boca está rematada con rayas horizontales y el extremo final, redondeado, termina en una trenza de seda rematada en tres borlas. Va decorada con un bordado en hilo dorado.

Gorro.
Andalucía 1740-1750. Período Rococó.

    Gorro redondo de niño en raso de seda en su color, con aplicación de bordado erudito al matiz en sedas polícromas lasas que dibujan motivos florales, vegetales y pájaros. Decorando las costuras lleva un galón de pasamanería con hilo metálico entorchado. Entretela de lino y forro de seda, ambos en ligamento tafetán. Un cordoncillo con seda lasa enrollada en colores: amarillo, azul y rojo recorre el perímetro del borde que enmarca el rostro. Quedan parte de las cintas que sujetaban el gorro bajo la barbilla en seda azul en ligamento tafetán.

    Este tipo de gorro infantil que se ajusta a la cabeza y cierra en el cuello con cintas, fue utilizado por los niños en el siglo XVIII en la primera infancia. Tanto los tejidos como los motivos decorativos son los mismos que los utilizados en los vestidos.

Medias.
Bélgica 1750. Época Luis XV.

    Medias de punto, realizadas a máquina con hilo de seda laso color rojo, con la puntera y la vuelta en color crudo, y con costuras a punto de repulgo en la puntera, centro del pie, caña y línea del tobillo. Decoración bordada en los laterales realizada con hilos de plata sobredorada y lentejuelas planas, a punto de hilos tendidos y resalte en relieve: una voluta vegetal de la que surge una copa geométrica con dos espigas de trigo y un vástago; encima un cestillo con flores y remates de gajos.
    En la vuelta A, leyenda: `UBON` (a punto de cruz). En la vuelta B, leyenda: `MADRID` (a punto de cruz).

Mantilla de casco.
Rococó 1750.

    De encaje de blonda. El casco está realizado en hilo de lino color dorado, ribeteado con galón de seda en su color. La guarnición es de hilo de seda color negro y su decoración se ciñe a la iconografía floral característica de la blonda.

Chinelas.
Madrid 1750-1760. Período Rococó.

    Chinelas altas, realizadas en tejido con fondo de gros de Nápoles en seda color marrón, brocado en dorado y seda polícromas. Tienen la punta estrecha y corta y el tacón de carrete forrado en cuero, igual que la suela. Llevan la boca ribeteada con una cinta flecada de seda de color salmón.
    La marca de zapatero va estampada de perfil circular con dibujo radial. Tres marcas en la suela de ambos zapatos.

Cartera.
Asturias 1750. Período Rococó.

    Cartera rectangular, desplegable, con tres compartimentos interiores, y realizada con dos tejidos diferentes: el exterior rayado y labrado por trama, con decoración geométrica lineal; y el interior de raso bordado a la aguja con motivos florales. Tiene cierre de solapa.

Guantes.
Rococó 1760.

    Guantes largos hasta el antebrazo realizados en piel de cabritilla y con la boca recortada a tijera. Son de color beige y llevan decoración bordada en hilo de seda con motivo floral a modo de ramo asimétrico ascendente.

Abanico.
Francia 1770. Estilo Luis XV.

    Abanico tipo “esqueleto” con país doble: en el anverso representa una escena campestre con un paisaje acuático, mientras que en el reverso reproduce una escena galante de tres parejas en una fuente. En las guardas está embellecido con un medallón con una figura femenina. El varillaje, calado, está grabado. Tiene calvillo de remache sobre la virola de metal dorado.

    Guarda= 25 cm; país= 10.5 cm; vuelo= 180 grados.

Cofia.
Majismo 1770-1780.

    Cofia en punto de seda en color salmón, decorada con motivos geométricos. Luce en el extremo superior un colgante de pasamanería que dibuja un templete rematado con dos borlas de cuatro borlitas cada una. En la boca, aplicación de cinta flecada con motivos labrados por urdimbre que dibujan calles verticales, con motivos geométricos.
    Es un bello ejemplo de cofia dieciochesca, complemento indispensable en el atuendo de los majos.

Cofia.
Majismo 1775-1799.

    Cofia realizada con tejido de malla de red de losanges (formando rombos) en color marfil, verde y rosa pálido, y con decoración geométrica, calada, a base de cintas de tafetán entretejidas sobre la malla de losanges dibujando calles verticales en espiga con alternancia de colores. Luce un largo colgante de pasamanería con borlas.
    Esta cofia es un bello ejemplo del virtuosismo con el que se trabajaban los complementos de los trajes del siglo XVIII.

Manguito.
Neoclasicismo 1780.

    Manguitos de seda listada en líneas verticales con espolines polícromos intercalados. La decoración es floral y rayada, enriquecida con puntilla en los laterales. El orillo es visible en la costura central.
    Responde al gusto de época de Carlos III.

Chinelas.
Barcelona 1800. Época Imperio.

    Chinelas planas, abarquilladas y sin talón, con soleta de cabritilla y tacón bajo de cuero. La sarga de seda que cubre la pala es de color morado y amarillo, y muestra una decoración vegetal. En el centro de la pala llevan aplicado un lazo de seda con decoración de bastas flotantes. La boca está ribeteada por una cinta de seda con ligamento tafetán.

Monedero.
Neoclasicismo 1800-1810.

    Bolsita en forma de jarra, tejida en seda de color marrón y azul y decorada con pequeñas bolas de acero facetadas aplicadas. Se cierra con un anillo plateado.

Bolso.
Neoclasicismo 1800-1810.

    Bolsa alargada de perfil poligonal, realizada a punto liso color crema con entretejido de abalorios esféricos polícromos. Una de las caras se decora con un cestillo de flores, una guirnalda ascendente y una greca. La otra cara representa un pedestal, con cesto de flores y guirnalda ascendente. Luce una cadena de eslabón circular y tiene boquilla metálica dorada con cierre de presión, resorte y bisagra rematada con dos serpientes contrapuestas.
    
    En España, este bolso, era conocido con el nombre de "Ridículo".

Chal.
Majismo 1810.

    En raso de seda en color marfil y rosa. Todo el perímetro va cortado en dientes de sierra y ribeteado con una cinta de tafetán en seda. Pompones en seda lasa salpican toda la superficie, y, en los extremos, lazos de cintas que figuran una rosa.

    El chal se puso de moda a finales del siglo XVIII, momento en que eran largos, estrechos y muy decorativos. Un chal de similares características al que aquí se exhibe lo viste la maja que Antonio Rodríguez incluye en su “Colección General de los Trajes que en la actualidad se usan en España principiada en el año 1801 en Madrid”. Edición de V. Bozal, nº 106.

Pulsera.
Francia 1775-1799.

    Banda rectangular de terciopelo negro con aplicaciones metálicas a modo de hojas en los extremos. El cierre, formado por una lengüeta que encaja a presión en una cápsula, tiene forma rectangular y está decorado con cuentas facetadas en su cara visible.

Broches de pulsera.
Francia 1775-1799.

    Par de cierres de pulsera en forma de medallón con ventana oval, rodeada por un festón al aire con estrás embutido. En cada ventana se dispone una miniatura, una dama y un hombre joven, respectivamente. En el reverso sólo se conserva una de las asas de la pulsera, con cinco perforaciones, y falta el resto de los elementos.
   
   Marca ilegible.

Pendientes.
Francia 1775-1799.

    Pendiente de plata de tres cuerpos. Primero: botón romboidal, con cierre de bisagra, anilla de tope y anilla. Segundo: lazo. Tercero: aro almendrado, en cuyo interior hay una roseta y una media luna en suspensión. Todo ello con engastes de estrás.

Colgante.
Francia 1775-1799.

    Colgante de plata de dos cuerpos. Primero: lazo con anilla en la parte superior para suspensión. Segundo: paloma invertida con las alas abiertas, motivo derivado del emblema de la Orden francesa del Espíritu Santo. Todo ello con engastes de estrás. Intercuerpo con anillas.

Sortija.
Francia 1775-1799.

    Aro o verdugo liso soldado a una pieza superior o tabla de forma oval, ambas de plata dorada. La tabla está decorada con engastes de vidrios en talla brillante, dispuestos en pavé; el central de mayor tamaño.

Fotografías y textos: Museo del Traje de Madrid.

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