La Real Academia de Bellas Artes de
San Fernando, citada frecuentemente por su sigla, R.A.B.A.S.F.,
es una institución integrada en el Instituto de España, que fue creada en 1752 y
cuya sede está en Madrid (España).
Historia.
Sus orígenes se relacionan con la Ilustración.
En 1744 se constituyó una Junta Preparatoria en las habitaciones que en el Palacio
Nuevo tenía el Primer Escultor del Rey, Juan Domingo Olivieri,
principal promotor de su formación. Desde 1741 Olivieri mantenía una academia
de escultura en sus habitaciones y desempeñó el cargo de director general al
crearse la nueva institución. Sus primeros estatutos fueron aprobados en 1747,
primándose en ellos el estamento nobiliario. El mismo año, el rey Fernando
VI, que había permanecido al margen de la creación, nombró a su escultor
personal, Felipe de Castro, recientemente retornado de Italia, «maestro
director extraordinario de escultura en la Academia», de forma que la nueva
institución se hacía así dependiente de la Corona. La creación oficial data del
12 de abril de 1752, colocándose bajo el patrocinio del Rey Fernando
VI, quien la llamó: Real Academia de las Tres Nobles Artes de San
Fernando. En 1753 tres artistas italianos compartieron su dirección:
Olivieri, Corrado Giaquinto y Juan Bautista Sachetti. Los
estatutos definitivos se aprobaron en 1757, confiando a la Academia la
promoción y protección de las Artes. Su principal redactor fue Felipe de
Castro, quien suprimió el carácter aristocrático de los primeros estatutos,
confiando la dirección de la Academia a los artistas.
En un principio las actividades se basaron
en Pintura, Arquitectura, Escultura y Grabado. Su
propósito era convertir la materia artística en materia de estudios reglados,
superando el modelo anterior de aprendizaje en el taller. Para ello la Academia
contaría con «profesores» de las distintas materias y modelos de todo tipo, así
moldes y obras de arte como hombres y mujeres «de alquiler». La creación sería
estimulada por la concesión de premios y pensiones de estudios en Roma para
los artistas más destacados. En 1873 recibió su denominación actual y
se abrió una nueva sección de Música.
Desde 1757 la Academia impartió
los estudios y expidió el título de arquitecto. En 1847 estos
estudios pasaron al Estudio Especial de Arquitectura, que
evolucionó hasta dar la actual ETSAM.
Se llevaron a cabo dos reformas: con la
primera (1987) se ampliaba a 51 el número de académicos numerarios y se
integraban televisión, fotografía, vídeo y cinematografía a
la sección de Escultura, que pasó a llamarse Sección de Escultura y Artes
de la Imagen; la segunda reforma (1996) elevó a 52 el número de académicos
numerarios.
A lo largo de toda su historia la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando ha ocupado en Madrid tres sedes
distintas. Desde el año 1773 se encuentra instalada en el Palacio
de Goyeneche (calle de Alcalá, 13), obra del arquitecto José de
Churriguera (1665-1725). El edificio fue transformado por Diego de
Villanueva (1715-1774), que eliminó los elementos barrocos del
diseño original, adaptándolo a los gustos neoclásicos del momento.
Con el arquitecto Fernando Chueca Goitia se llevó a cabo en 1972 una
nueva remodelación.
Museo.
Al margen de su actividad docente y
conservadora, la Real Academia es célebre por sus importantes colecciones de arte,
que se exhiben (no sin limitaciones) en su sede de la calle de Alcalá. Abarcan
más de cuatro siglos, desde Luis de Morales a Juan Gris y
autores aún posteriores. Aunque no tan famosa como el Prado o el Museo
Thyssen-Bornemisza, por la abundancia, riqueza y significado de las obras que
conserva es considerada la segunda pinacoteca del país.
Junto a ejercicios académicos y piezas
recuperadas del patrimonio español, se exhiben piezas de muy distintas
procedencias. Parte de ellas procede de la antigua colección de Manuel
Godoy, de la colección del alcalde de Madrid Manuel de la Prada, otras
fueron aportadas directamente por artistas que formaron parte de la
institución, y otras se han sumado posteriormente mediante compras y
donaciones.
Sobresale el legado Guitarte, que sumó
numerosas piezas y proporcionó además fondos para la compra de otras. En 2011
se ha presentado públicamente el legado de la galerista Juana Mordó (legado
Mordó-Alvear): 57 ejemplos de arte contemporáneo que cubren importantes huecos
en la colección.
Recientemente fueron incorporadas las
dependencias situadas en las plantas superiores, antes ocupadas por el Ministerio
de Economía y Hacienda, en las que se habilitaron 22 nuevas salas del Museo
según proyecto del artista Gustavo Torner, el cual previamente ya se había
encargado de habilitar nuevas salas y remodelar otras ya existentes en el Museo
del Prado. Además ha habido una rehabilitación general del edificio, dirigida
por la arquitecta Emanuela Gambini.
- Arte español: Una de las colecciones más ilustres y completas de Madrid. Arranca con Luis de Morales, en el siglo XVI, e incluye obras famosas como El sueño del caballero de Antonio de Pereda, La Magdalena de José de Ribera, los famosos monjes trinitarios de Zurbarán, un bodegón de su hijo Juan de Zurbarán, Diógenes de Luis Paret y un nutrido repertorio de Vicente López Portaña. Entre los autores de los siglos XIX y XX, Sorolla, Romero de Torres, Cecilio Plá, Daniel Vázquez Díaz, Picasso (el bronce Cabeza de mujer y diversos grabados), Pablo Serrano (la magistral cabeza en bronce de Antonio Machado) y un largo etcétera. La donación Mordó-Alvear ha permitido incorporar a autores más recientes como Rafael Canogar, Gustavo Torner, Bonifacio Alfonso y una plancha de grabado de Dalí.
- Goya: Su colección en la Academia requiere comentario aparte. Es una de las mejores colecciones de Madrid, con trece pinturas. Incluye cuadros famosos como El entierro de la sardina, Retrato de la actriz La Tirana, Fernando VII a caballo y unAutorretrato (del cual hay otro ejemplar idéntico en el Museo del Prado). Otro autorretrato de cuerpo entero, con sombrero de velas, fue adquirido recientemente. Antaño, la Academia albergó las dos famosas majas actualmente expuestas en el Museo del Prado. No hay que olvidar los fondos gráficos de la Calcografía Nacional, dependiente de la Academia. En una sala del mismo edificio se exhiben planchas originales grabadas por Goya.
- Arte extranjero: Entre las muchísimas obras dignas de mención, destaca un Busto de Cristo de Giovanni Bellini, San Jerónimo de Correggio, una gran vista de Venecia de Leandro Bassano, La Primavera de Arcimboldo (su único ejemplo en España), así como Susana y los viejos (1609-1610) de Rubens, Venus y Mercurio de Louis Michel van Loo y La marquesa de Llano vestida a la española de Mengs. Recientemente se ha autentificado una Virgen con el Niño y santos como obra original de Van Dyck.
El museo exhibe asimismo esculturas,
principalmente del siglo XVIII en adelante, así como vaciados de
esculturas romanas, varios de ellos traídos por Velázquez y que
entrañan por ello extraordinario interés. Como resultado de donaciones, exhibe
además algunas estatuillas egipcias de metal, así como cerámicas y jades orientales.
La Academia guarda también una riquísima colección de dibujos españoles e
italianos, con algunos ejemplos de otras escuelas europeas. Especialmente
destacable es El cardenal Borja, rarísimo retrato dibujado por Velázquez.
De su vastísima colección de dibujos del siglo XIX, destacan especialmente
los conservados del pintor madrileño Eduardo Rosales.
Fuentes: Wikipedia.
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