Manuel Godoy, un guardia de corps, ascendió
rápidamente en la Corte gracias a su influencia sobre la reina María Luisa. En
pocos años pasó de ser un hidalgo a convertirse en duque de Alcudia y de
Sueca, capitán general y, desde finales de 1792, en «ministro universal»
de Carlos IV con un poder absoluto. De pensamiento ilustrado impulsó medidas
reformistas como las disposiciones para favorecer las enseñanzas de las
ciencias aplicadas, la protección a las Sociedades Económicas de Amigos
del País y la desamortización de bienes pertenecientes a hospitales,
casas de misericordia y hospicios regentados por comunidades religiosas.
La Revolución francesa condicionó su
actuación en la política española. Sus primeras medidas se encaminaron en
salvar la vida de Luis XVI, procesado y condenado a muerte. Pese a los
esfuerzos de todas las Cortes, el monarca francés fue guillotinado en enero
de 1793, lo que generalizó una guerra de las potencias europeas contra
la Francia revolucionaria conocida como la Guerra de la
Convención, en la que España participó y fue derrotada por la Francia
republicana, fruto del desastroso abastecimiento, la pésima preparación del
ejército y la escasa moral de la tropa frente a los enardecidos sans
culottes franceses. Un ejército de 25.000 hombres dirigido
por el general Ricardos entró en el Rosellón y logró
algunos éxitos. A partir de 1794 las tropas españolas se vieron
forzadas a la retirada. Los franceses ocuparon Figueras, Irún, San
Sebastián, Bilbao, Vitoria y Miranda de Ebro.
Godoy suscribió con Francia la Paz
de Basilea en 1795. La República francesa devolvió a España las
plazas ocupadas, a cambio del territorio hispano de la isla de La Española —colonia
de Santo Domingo—. En agradecimiento recibió el título de Príncipe
de la Paz.
En 1796, concluida la fase más radical
de la Revolución, Godoy firmó el Tratado de San Ildefonso y
España se convirtió en aliada de Francia. Este cambio de postura buscaba el
enfrentamiento con Gran Bretaña, principal adversario de la Francia
revolucionaria y tradicional enemiga de España con la que disputaba la
hegemonía marítima y, concretamente, el comercio con América. La escuadra
española sufrió la derrota frente al cabo de San Vicente en 1797,
pero Cádiz y Santa Cruz de Tenerife resistieron a los
ataques del almirante Nelson. En América los británicos ocuparon la isla
de Trinidad, y sufrieron una derrota en Puerto Rico. Ello provocó la
caída de Godoy en mayo de 1798.
Gobierno provisional.
Tras ello, dos ilustrados, Francisco
de Saavedra y Mariano Luis de Urquijo, se sucedieron al frente del
gobierno entre 1798 y 1800.
Segundo gobierno de Manuel
Godoy.
La llegada al poder de Napoleón en 1799 y
su proclamación como Emperador en 1804alteró las relaciones
internacionales y se renovó la alianza con Francia. Napoleón necesitaba,
en su lucha contra los británicos, contar con la colaboración de España, sobre
todo de su escuadra. Por ello, presionó a Carlos IV para que restituyera su
confianza en Godoy. Éste asumió de nuevo el poder en 1800 y
firmó el Convenio de Aranjuez de 1801 por el que ponía a disposición
de Napoleón la escuadra española, lo que implicaba de nuevo la guerra
contra Gran Bretaña.
Godoy declaró en 1801 la
guerra a Portugal, principal aliado británico en el continente, antes de
que lo hiciera Francia. Este conflicto, conocido como la Guerra de las
Naranjas, significó la ocupación de Olivenza por España, que además
obtuvo el compromiso de Portugal de impedir el atraque de buques británicos en
sus puertos.
En 1805, la derrota de la escuadra
franco-española en la batalla de Trafalgar por la Armada británica
modificó la situación radicalmente. Frente a la hegemonía de Gran Bretaña en
los mares, Napoleón recurrió al bloqueo continental, medida a la que
se sumó España. En 1807 fue suscrito en Tratado de Fontainebleau que
estableció el reparto de Portugal entre Francia, España y
el propio Godoy, y el derecho de paso por España de las tropas francesas
encargadas de su ocupación.
Fuentes: Wikipedia.
Fuentes: Wikipedia.
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