Carlos IV de Borbón, llamado el
Cazador (Portici, Nápoles, 11 de noviembre de 1748– Roma, 20
de enero de 1819) fue rey de España desde el 14 de
diciembre de 1788 hasta el 19 de marzo de 1808. Hijo y
sucesor de Carlos III y de María Amalia de Sajonia.
Acceso al trono.
Sucedió a su padre, Carlos III, al
morir éste el 14 de diciembre de 1788. Accedió al Trono con una
amplia experiencia en los asuntos de Estado, pero se vio superado por la
repercusión de los sucesos acaecidos en Francia en 1789 y
por su falta de energía personal que hizo que el gobierno estuviese en manos de
su esposa María Luisa de Parma y de su valido, Manuel Godoy, de
quien se decía era amante de la Reina, aunque hoy en día esas afirmaciones han
sido desmentidas por varios historiadores. Estos acontecimientos
frustraron las expectativas con las que inició su reinado. A la muerte de Carlos
III, el empeoramiento de la economía y el desbarajuste de la administración
revelan los límites del reformismo, al tanto que la Revolución francesa pone
encima de la mesa una alternativa al Antiguo Régimen.
Gobierno del conde de
Floridablanca.
Las primeras decisiones de Carlos IV
mostraron unos propósitos reformistas. Designó primer ministro al conde de
Floridablanca, un ilustrado que inició su gestión con medidas como la
condonación del retraso de las contribuciones, limitación del precio del pan,
restricción de la acumulación de bienes de manos muertas, supresión de vínculos
y mayorazgos y el impulso del desarrollo económico. El propio Monarca
tomó la iniciativa de derogar la Ley Sálica impuesta por su
antecesor Felipe V, medida ratificada por las Cortes de 1789, que no
se llegó a promulgar.
El estallido de la Revolución francesa en
1789 cambió radicalmente la política española. Conforme llegan las noticias de
Francia, el nerviosismo de la corona crece y acaba por cerrar las Cortes que,
controladas por Floridablanca (mantenido en el poder por consejo de su
padre), se habían reunido para reconocer al Príncipe de Asturias. El
aislamiento parece ser la receta para evitar la propagación de las ideas
revolucionarias a España. Floridablanca, ante la gravedad de los hechos dejó en
suspenso los Pactos de Familia, estableció controles en la frontera para
impedir la expansión revolucionaria y efectuó una fuerte presión diplomática en
apoyo a Luis XVI. También puso fin a los proyectos reformistas del reinado
anterior y los sustituyó por el conservadurismo y la represión
(fundamentalmente a manos de la Inquisición, que detiene a Cabarrús,
destierra a Jovellanos y despoja de sus cargos a Campomanes).
Gobierno del conde de Aranda.
En 1792, Floridablanca fue
sustituido por el conde de Aranda, amigo de Voltaire y de otros
revolucionarios franceses, a quien el rey encomienda la difícil papeleta de
salvar la vida de su primo el rey Luis XVI en el momento en que éste
había aceptado la primera Constitución francesa.
Sin embargo, la radicalización
revolucionaria a partir de 1792 y el destronamiento de Luis XVI—el rey
francés fue encarcelado y quedó proclamada la República— precipitó la
caída del conde de Aranda y la llegada al poder de Manuel Godoy el 15
de noviembre de 1792.
Fuentes: Wikipedia.
Fuentes: Wikipedia.
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