Felipe Próspero José Francisco Domingo Ignacio Antonio Buenaventura
Diego Miguel Luis Alfonso Isidro Ramón Víctor de Austria (Madrid, 28 de
noviembre de 1657 - Ibídem, 1 de noviembre de 1661). Príncipe de Asturias. Fue el tercer
hijo y primer varón del matrimonio formado por Felipe IV de España y Mariana de Austria, Antes de Felipe Próspero habían nacido de
este matrimonio la infanta Margarita
Teresa, la infanta María Ambrosia
(nacida y muerta en 1654) y una niña nacida muerta e 1656. Aparte de la
infanta Margarita Teresa y el futuro Carlos II, fue el único que superó los 2 años de vida.
Su venida al mundo fue recibida
con gran alegría, ya que desde la muerte del príncipe Baltasar Carlos en 1646
la Casa Real española carecía de herederos varones. Felipe fue inmediatamente
convertido en Príncipe de Asturias. Los astrólogos solo predijeron la
grandeza de su futuro, mientras que Felipe IV,
no estaba completamente seguro de haber agradecido a Dios lo suficiente este
nuevo nacimiento. En una carta a su amiga Sor María de Ágreda,
escribió que "el recién nacido estaba bien", pero también hizo una
referencia a la amarga memoria de la muerte de su hijo mayor.
El bautizo de Felipe Próspero
tuvo lugar el 15 de diciembre por el arzobispo
de Toledo en la capilla del Real
Alcázar y se celebró durante varios meses. El agua bendita fue traída desde
el río Jordán por unos frailes que habían regresado recientemente
de Tierra Santa. El mismo Barrionuevo escribió que "el príncipe gritó
vigorosamente después que fue bautizado y, atraído por la voz resonante, el
rey, que estaba mirando a través de las celosías, exclamó:" ¡Ah, que bien
suena eso, la casa huele ahora a hombre '". Las cartas del
embajador florentino en Madrid, Ludovico
Incontri, testimonian que en enero hubo en Madrid una gran mascarada de casi cien caballeros
Grandes de España y a fines de ese
mes o principios de febrero se hizo una fiesta de cañas en la Plaza Real entre sesenta y cuatro
hombres a caballo.
El teatro vino a sumarse a esos
festejos con comedias como las de Calderón, El
principe constante, El laurel de Apolo y Afectos
de odio y amor; las de Solís
entre las que destacó Triunfos de amor y fortuna, y El
laberinto de amor de Diego
Gutiérrez, todas ellas repetidas en diversas ocasiones a lo largo de los
meses de aquel año de 1658 hasta llegar al primer cumpleaños del príncipe que
se festejó desde el punto de vista teatral con Los tres afectos de amor de
Calderón.
Existe una descripción muy
completa de estos y otros festejos en torno a este natalicio real en la relación
de R. Méndez Silva, Gloriosa celebridad de España en el feliz
nacimiento y solemnisimo bautismo de su deseado príncipe D. Felipe Prospero,
hijo del gran Monarca D. Felipe IV y de la esclarecida Reyna D. Mariana,
Madrid, Francisco Nieto de Salcedo. A costa de Domingo de Palacios y Villegas,
1658.
Sin embargo, debido a las varias
generaciones de endogamia (su madre era sobrina de su padre), Felipe Próspero
fue severamente epiléptico. La endogamia estaba tan extendida en su familia,
que sus ocho bisabuelos eran descendientes de la reina Juana de Castilla y Felipe el archiduque de Austria.
Felipe IV consciente de la
importancia del pequeño Felipe Próspero le hizo jurar como Príncipe de Asturias apenas un año después de su nacimiento en
1658. En 1659 los primeros ministros de Francia y España habían estado
negociando el fin de sus hostilidades durante dos años. Ahora que España
tenía un heredero varón, estaba de acuerdo con la consolidación de la paz al concertar
un casamiento entre la infanta María Teresa y el futuro Luis XIV de Francia. El resultado de las negociaciones fue el Tratado de los Pirineos, que estableció
a Francia como nueva potencia dominante en el mundo.
Sin embargo, la salud no
acompañaba al nuevo heredero: del pecho y la cintura del niño colgaban
campanillas y sonajeros dorados, higas de azabache y oro, cascabeles…, amuletos
que en la mentalidad popular se consideraban protectores de la infancia contra
la envidia, los celos, los maleficios y, lo que era más importante de todo en
el caso del pequeño príncipe, contra las enfermedades y la muerte. Sin embargo,
débil y enfermizo desde su nacimiento, poco pudieron hacer en su favor todos
estos objetos, pues la anemia y los ataques epilépticos que padeció desde su
nacimiento le condujeron a la muerte el 1 noviembre de 1661, cuando aún no
había cumplido los cuatro años, y apenas cinco días antes del nacimiento del
futuro Carlos II.
El príncipe Felipe Próspero fue
retratado en 1659 por Velázquez.
El cuadro, que refleja una profunda ternura hacia el niño pero que también
constituye un dramático reflejo de su naturaleza enfermiza, se encuentra hoy en
el Kunsthistorisches Museum de Viena.
En este retrato, el infante apoya su brazo derecho sobre un
sillón, provocando compasión en vez de otorgarle majestuosidad, ya que su salud
era precaria como lo demuestran los amuletos que porta. Sobre el sillón observamos a un
perrillo faldero, cuya mirada acuosa acentúa la melancolía de la escena. Este
can es uno de los mejores trozos de pintura ejecutados por el maestro
Velázquez. La figura se ubica en una habitación, apreciándose al fondo una
ventana por la que entra un rayo de luz. A la derecha se puede observar un
taburete con un cojín sobre el que se coloca el sombrero. Predominan los tonos
rojos en la obra y los tonos negros acrecentan el contraste entre los otros
colores.
Buenas tardes, soy nuevo por aquí.
ResponderEliminarResulta conmovedor este pequeño crio, que no tenía culpa de nada, pero tuvo que sufrir las consecuencias de la ignorancia y codicia de sus progenitores.
Han tenido experiencias ejemplares y sin embargo no escarmientan. Casarse entre parientes es algo anti-natural y además un pecado capital en la tradición judeo-cristiana.
Se auto-proclaman muy católicos, pero cometieron estos incestos durante siglos y continúan haciéndolo.
¡Buenas tardes Frederick!
EliminarSí, una historia muy triste la de este niño y la del resto de sus hermanos. La endogamia era algo habitual en la época para perpetuar el linaje de las casas reales. Hoy en día esa práctica está obsoleta y de hecho, la mayoría de las actuales monarquías están emparentadas incluso con plebeyos.
¡Un cordial saludo y gracias por su visita!