En el siglo XV, el río Tajo comenzó a
desempeñar una función recreativa para la monarquía española. La construcción
de una residencia real en Aranjuez, a instancias de los Reyes
Católicos, convirtió al Tajo en un destino frecuentado por reyes y cortesanos.
Felipe II erigió sobre el primitivo
edificio un palacio y, en el siglo XVIII, se levantaron los
famosos Jardines de Aranjuez, alrededor de los cuales se extendieron
diferentes canales artificiales, arrebatados a su caudal. El río era un lugar
de paseo y esparcimiento, como dan cuenta las falúas reales (embarcaciones de
recreo), que en la actualidad se conservan en la Casa de Marinos del
municipio madrileño.
A finales del siglo XVI, Felipe
II ordenó la realización de diferentes proyectos para hacer navegable el
Tajo. Los planes se abandonaron, dadas las dificultades de ejecución, si
bien la idea volvió a surgir en el siglo XVIII, en plena Ilustración,
pero nuevamente todo quedó sobre el papel.
El célebre cantante italiano Farinelli, fue
amigo íntimo de los monarcas Fernando VI y Bárbara de Braganza, y labró su mayor
fama en España organizando espectáculos para la corte con la colaboración del Marqués de la Ensenada. Para los festejos reales en Aranjuez se enviaron múltiples
partituras musicales a la corte española, siendo don Fernando y su
esposa conocidos melómanos (en particular la reina, brillante alumna de
Scarlatti tocando el clave). Es a partir de 1752 cuando Ensenada
y el castrato italiano idean la llamada escuadra del Tajo,
una flotilla de falúas reales inspirada en la música acuática
de Händel que Farinelli había presenciado en su estancia en
Inglaterra. Las naves desde donde los monarcas y sus cortesanos podían navegar
entre música y caza por las aguas del río Tajo a su paso por
el Real Sitio de Aranjuez, fueron un símbolo de este reinado de cultura
y refinamiento. Por aquel entonces se podía decir que Madrid era la capital más
culta de todo el continente, aunque estaba lejos de la dinámica que gozaban París, Amsterdam, Florencia y las ciudades alemanas, bastante más cultas.
Fuentes: Wikipedia.
Fuentes: Wikipedia.
bonita entrada, pero esos barquitos con tanto adorno podian flotar?????????????un besazo guapeton
ResponderEliminarSupongo que sí, y además de todos esos adornos, piensa en esas señoras tan rechonchas con esos vestidos tan cargados, los pelucones y el joyerío. Pues todo eso flotaba por el Tajo al son de la música de Scarlatti y Farinelli.
Eliminar¡Un besote enorme!
Flotaban, por supuesto que flotaban. No solo por sus materiales sino también por su estructura. Esta entrada, mi admirado Pedrete, me ha traído ecos de una infancia ya lejana para mí en tiempo pero no en emociones. Yo conocí ese museo de Aranjuez en donde se encuentran estas falúas. Desde chica fui muy imaginativa así que, nada me costaba verme a mí bajo los doseles, en plan Infanta de España, con uno de esos vestidos de película de Hollywood. Tampoco me costaba nada recrear en mi mente el chasquido del agua cuando los remos entraban y salían de ella, ni la ceremonia con la que sería recibida siendo dama tan principal. Si en algo he gastado mi tiempo desde que tengo memoria es en imaginar situaciones y verme a mi como protagonista de ellas. En fin... Fernando y Barbarita, son dos monarcas que me causan una gran ternura. Desde que los conocí en los libros de historia, se me hicieron, no solo buenas personas sino personas cuyo sino trágico las convirtieron en cercanas para mi espíritu. Gente enamorada, no solo de sus deberes dinásticos, sino entre ellos mismos. Fernando nunca se sobrepuso a su viudez y Bárbara no pudo sobreponerse a su infausta esterilidad. Con Barbara, la portuguesa, tuvimos una buena reina, dedicada consorte, culta y pendiente de las necesidades, no solo de Fernando, sino de ese pueblo que la apreció en su justa medida. Fernando, no fue mal rey, pero la sombra de su medio hermano Carlos, su heredero y sucesor, fue mayor que todo lo bueno que Fernando pudo haber hecho mientras fue rey de España. Esa historia, la Fernando y Bárbara de Braganza, debería ser más conocida, ¿no lo crees así Pedrete?
ResponderEliminarAfortunadamente cada vez se les está prestando más atención y se les está conociendo más a ambos. Su reinado fue corto y como bien dices, eclipsado por el de Carlos III. La historia de Fernando VI y Dª Bárbara es muy triste, aunque no la peor de todas, al menos cuando estuvieron juntos fueros tremendamente felices. En la historia de la monarquía española hay historias terribles, para mí la peor de todas la de Juana I de Castilla, injustamente llamada "La Loca".
ResponderEliminarCon respecto a Aranjuez, reconozco que me falta por visitar, de los reales sitios solo he visitado los jardines de la Granja. La verdad es que España tenemos lugares preciosos y muchos de ellos aun por conocer suficientemente bien.
¡Un besote enorme!
Hola soy de Castellón de la Plana, me gustaria hacer una maqueta de estas bonitas embarcaciones, para ello necesito planos fiables y fotos de los detalles de los adornos, para que sea lo mas identica posible,si alguien me puede indicar como conseguir estos planos se lo agradeceria.
ResponderEliminarMe gustaria poder disponer de planos para la construccion de estas faluas, agradeceria si alguien me indica como conseguirlos.saludos.
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