Las sonatas.
Las sonatas scarlattianas poseen
una estructura idéntica. Su estructura responde a una forma binaria compuesta
por dos partes sensiblemente iguales, que está prevista que se repitan. La
primera parte finaliza a menudo en la nota dominante y la segunda
siempre en la tónica. Las cadencias con que se concluyen cada una de las dos
partes son similares. Hay pocas excepciones a este esquema básico. Scarlatti,
gran creador de ideas musicales, no se preocupó en exceso de renovar las formas
musicales de su época.
La grandeza de las sonatas de
Scarlatti reside en su riqueza de motivos musicales, en todas las figuras de
su retórica musical. Destaca en su quehacer la variedad en la invención
rítmica y melódica y la habilidad casi diabólica en la utilización de todas las
capacidades del clavicémbalo. A primera vista la limpia y ordenada escritura de
sus sonatas harían pensar en que la ejecución de estas obras es relativamente
sencilla. Nada más lejos de la realidad. La claridad de su pentagrama esconde
terribles dificultades para el músico que las interpreta. Algunas contienen
cambios de mano, saltos de octavas, complicados arpegios y escalas
rapidísimas.
En cuanto al ritmo, sus obras
para teclado están animadas por un carácter vivo y variado, con una notable
influencia de la rítmica de los aires populares de la música española. En
numerosas ocasiones se escuchan células rítmicas que podríamos calificar
de ostinati que recorren toda la longitud de la sonata y recuerdan
a los del pulso de la guitarra flamenca. Se escuchan en su clave las notas
repetidas de los instrumentos de cuerda pulsada o las castañuelas
percutidas repetidamente.
Pero quizá el rasgo más
sorprendente del arte de Domenico Scarlatti es su extraordinaria habilidad para
la modulación, una de las marcas de estilo más sorprendentes del genio del
napolitano. Es capaz de recorrer con ella todas
las tonalidades dentro de una obra. Unas son en progresión, otras
aparecen a intervalos, en ocasiones son abruptas: en estos casos, el
oyente es llevado sin transición a otra región tonal, a veces muy alejada (a
menudo un tono entero, otras veces una tercera).
Obra vocal.
Antes de su llegada a España,
Domenico Scarlatti había estrenado en Italia más de una decena
de óperas que seguían la estela de las de su
padre, Alessandro y que recurrían al estilo vocal del bel
canto, cuyo triunfo ayudaron a imponer los Scarlatti. Cabe mencionarOttavia
restituita al trono (1703, su primera ópera documentada), Orlando, Tolomeo
ed Alessandro ovvero la corona disprezzata (ambas de 1711), Tetide
in Sciro (1712), Ifigenia in Aulide e Ifigenia
in Tauride (1713), Amor d'un'ombra, Narciso (1714), La
Dirindina (1715) o Amleto (1715).
También compone una importante
obra de polifonía vocal religiosa, entre la que se encuentra su Stabat
Mater a diez voces —escrito alstilo antiquo de la polifonía
renacentista de tradición católica romana e hispánica para diez voces solistas
en estilo contrapuntístico—, la misa breve «La stella», la Missa
quatuor vocum o Misa de Madrid, un oratorio,
varios Te Deum y Magníficat. También compuso un
abundante número de cantatas de chiesa y de cantatas da
camera profanas, entre las que pueden citarse la nº I O qual
meco, o Nice, la III Dir vorrei, o la VII Scritte con
falso inganno.
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